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Universidad de San Carlos de Guatemala ![]() Facultad de Ciencias Económicas Microeconomía ![]()
A manera de introducirlos a esta reseña histórica, se hablará acerca de los distintos gobiernos y gobernadores de los cuales, se mencionarán algunos aspectos importantes, que de una u otra manera tuvieron una trascendencia en la actividad minera en Guatemala. En Guatemala, la explotación de metales se remonta a los periodos previos a la colonización. Originalmente los metales se usaban como materia prima para la elaboración de herramientas, armamentos, elementos de trueque u objetos ornamentales, pero a medida que el tiempo pasó, los metales se convertían en parte de otra finalidad, con fines distintos aunque siempre económicos. El uso de los materiales mineros en Guatemala data desde los tiempos de la Civilización Maya, teniendo un amplio uso en la fabricación de herramientas, esculturas, edificación, armamento, entre otras. La roca volcánica con mayor difusión fue la obsidiana, con la cual se fabricaron todo tipo de herramientas cortantes, como cuchillos y puntas de flecha. La comercialización de esta roca vítrea permitió establecer rutas de contacto a distintos lugares como los países centroamericanos, las costas y el altiplano mexicano, incluso se han recuperado artefactos de este material en las islas caribeñas y en Sudamérica. Posiblemente el mineral con mayor importancia en la industria prehispánica fue el jade. Tanto los mayas como los aztecas veneraban el jade, pero después de la conquista española su extracción y utilización cesó totalmente y su belleza se está revalorizando hasta los tiempos actuales. Se ha logrado determinar con toda claridad que en toda Latinoamérica sólo hay jade en Guatemala, de hecho, en el mundo sólo existen cuatro regiones con depósitos de jade: Myanmar (antes Birmania), un depósito en California, un pequeño depósito en Japón y en Guatemala. La explotación de los minerales, con fines de lucro, tal y como se practica hoy, proviene de la explotación de oro y plata de la época colonial. Una de las características que cabe a destacar sobre la extracción de minerales ha sido la sobre explotación que la población indígena sufrió en los centros de producción. Ya en estas épocas, esos centros en su mayoría son desconocidos por haber sido ocultados por los explotadores de aquellos tiempos. Durante la época colonial la explotación de minerales de plomo, plata y oro fue bastante considerable. Indudablemente tuvo mucho auge debido al interés de los españoles en la industria. Luego del término del dominio español, la industria minera quedó reducida a explotación en pequeña escala de minas existentes. La gran cantidad de conflictos, que posteriormente a la independencia de Guatemala surgieron, desencadenaron una baja en las actividades mineras del país. Ello se debió a los disturbios generados en la región por los repetidos enfrentamientos entre los diferentes movimientos independentistas. Medio siglo después, la Reforma Liberal de 1871 abrió las fronteras económicas de Guatemala. En 1898 y 99 se iniciaron trabajos de exploración en la zona de Concepción y Alotepeque, dando por resultado el descubrimiento de interesantes veneros de cinc, plomo, argentífero y cobre. Alrededor de 1917 operaban las compañías explotadoras Guatemarmol Mining and Development Co., The Quebradas Co., Mataquescuintla Mining Co., Rosario Co. entre otras. La empresa M.A. Hanna Company of Cleveland adquirió derechos de exploración de 350 km2 en el norte del lago de Izabal en búsqueda de depósitos lateríticos de níquel, posteriormente los derechos de explotación de la misma, fueron transferidos a la International Nickel Company of Canadá (INCO). Las actividades mineras empezaron entonces a depender de los precios de los metales en el mercado internacional. A principios del siglo XX y aún más adelante, el desarrollo de dicha actividad, encontró altibajos dependiendo siempre, de los cambios de dicho mercado. A mediados del siglo XX, ocurrió un notable cambio, en el que se intensificó la extracción de metales (principalmente oro y plata), dando origen a los fundamentos legales que habían regulado dicha actividad hasta la fecha. A partir del golpe de Estado de 1954, el cual derrocó el régimen democrático de Jacobo Árbenz, se promulgaron de manera sistemática códigos de extracción minera. A más de una década, es decir, a finales del año 1962, la empresa canadiense International Níkel Company (INCO), casa matriz de la empresa Exploraciones y Explotaciones Metálicas de Izabal, S.A. (EXMIBAL), sugirió implementar una nueva ley de minería con el argumento de poder estimular importantes inversiones en la industria de extracción de metales en Guatemala. Así, unos años más tarde, en 1965 mientras se acentuaba el conflicto armado interno guatemalteco, las compañías mineras participaban activamente en la redacción de un nuevo código nacional de extracción minera en el que se destacó EXMIBAL por jugar un papel muy productivo, así también cabe resaltar que el 25 de agosto de 1965 fue otorgada la concesión de explotación, conocida como NIQUEGUA. Estas licencias se dieron para la extracción de níquel, cobalto, hierro y cromo en las áreas que incluían parte de Cahabón, Panzós y Senhú en Alta Verapaz, y El Estor, Livingston, Los Amates y Morales en Izabal. La concesión de Niquegua fue de 385.38 kilómetros. En ese mismo año, bajo el nuevo régimen del coronel Enrique Peralta Azurdia (1963- 1966), fue aprobado un código de minería, inspirado en las sugerencias de la INCO. Con el regreso de los militares nuevamente al poder, a partir de 1970, las negociaciones que se llevaban a cabo entre las empresas mineras y el Estado de Guatemala, se hizo más conocida, puesto que responder a los intereses de los militares, significaba, para empresas como EXMIBAL, seguir gozando, de la explotación minera en el territorio guatemalteco. En aquellos tiempos, el rechazar la actividad minera significaba oponerse a las mismas. En medio de crisis social y de enfrentamientos armados, a medida que el poder político se hacía más evidente, esta situación daba lugar a muchas confusiones, puesto que la represión contra los opositores a la minería, se confundía con la represión en contra de los grupos insurgentes. Precisamente, la empresa EXMIBAL tenía su ubicación en una zona de influencia de la guerrilla en el departamento de Izabal, lo que provocó, en varias ocasiones, cierto sabotaje a sus instalaciones, lo cual, sin duda era un peligro para la misma.
En 1982, el incremento del precio del petróleo y la disminución del precio del níquel en los mercados internacionales, empujó a la compañía a cerrar sus actividades. Tras un periodo de transición aparente durante los años 1980 y 1990, marcado por el conflicto armado interno y las primeras negociaciones hacia la paz, la problemática de la minería de metales regresó a finales del año 2003, debido a que el Estado guatemalteco otorgó una licencia de explotación de metales a la compañía Glamis Gold Ltd., a lo cual se puede notar la aparición de una nueva compañía.
El proyecto Marlin es un proyecto de explotación minera de oro y plata, el cual se encuentra localizado entre los municipios de San Miguel Ixtahuacán y Sipacapa en el departamento de San Marcos, y es propiedad de la empresa Glamis Gold Ltd. con sede en Reno, Nevada en Estados Unidos. Las acciones de esta compañía se cotizan en la Bolsa de Valores de Nueva York y de Toronto. Fue fundada en 1972, y trabaja en la extracción de los metales indicados al inicio del presente párrafo desde 1981. Sus primeros proyectos se desarrollaron en el estado de California, Estados Unidos, a lo largo de los años 1980 y 1990. A partir de 1998, la empresa adoptó el plan estratégico de buscar oportunidades de crecimiento en las Américas, con el fin de producir a un menor costo. La estrategia incluía comprar otras empresas del sector operando fuera de los EEUU. El mismo año, la adquisición de la empresa Marwest Resources Ltd. llevó a la Glamis Gold a trabajar en Honduras, en la mina de oro San Martín, a través de la empresa Entre Mares, su subsidiaria hondureña. El proyecto San Martín ha sido el primer emprendimiento comercial de la Glamis Gold fuera de América del Norte, y su primera mina de la nueva generación de minas de gran tamaño y de bajo costo. Glamis Gold adquirió, en julio del 2002, la empresa canadiense Francisco Gold Corp. en Vancouver. Dicha empresa trabajaba en la mina de oro El Sauzal, en el estado de Chihuahua, México, pero también acababa de fusionarse con otra empresa canadiense, Montana Gold Corp., propietaria de la mina de oro y plata Marlín, en el departamento de San Marcos, en Guatemala. Apropiándose de la mina Marlín, Glamis Gold pasó a poseer la fuente de oro más importante de sus adquisiciones. Según la revista Minería de metales y derechos humanos de Guatemala, publicó que: se estima que la mina Marlín tiene un potencial de 2,3 millones de onzas de oro, y 36 millones de onzas de plata, de las que la empresa prevé extraer anualmente alrededor de 217.000 onzas de oro, y 3,5 millones onzas de plata. La venta total del producto bruto (no refinado en Guatemala), y exportado, se estima en US$ 893 millones. La inversión total de capital en el proyecto se eleva a US$ 140 millones. Por ello, el Banco Mundial (BM) otorgará un financiamiento de US$ 45 millones, a través de la Corporación Financiera Internacional (CFI), que realiza préstamos al sector privado. La licencia de explotación del proyecto Marlín se aprobó en noviembre de 2003, y desde mayo de 2004, es la empresa guatemalteca Montana Exploradora S.A., subsidiaria de la Glamis Gold, quien lo ejecuta actualmente. ![]()
La extracción de oro en la mina Marlin, en San Marcos, reporto durante el primer trimestre de este año (2013) ingresos por Q. 1 mil 813 millones 54 mil 730, para convertirse en la de mayores beneficios para sus accionistas, según el informe financiero que los presento la case matriz en Canadá. El costo de la extracción de oro en San Marcos se fija, en promedio en Q 1 mil 443.32 y sigue siendo el más bajo de las 11 empresas de las que Goldcorp es propietaria o tiene participación en el continente. De estos ingresos Marlin entrego al país el 4.25 por ciento a través de regalías, en medio de críticas de sectores ambientalistas que consideran que los daños al ambiente a largo plazo serán mayores que los beneficios percibidos. El informe para los accionistas de Goldcorp expone que Guatemala tiene el más alto potencial en las inversiones de la compañía, después de Canadá y México. Durante el trimestre de abril a junio, Marlin reporta que molió 472 mil cien toneladas de metal, apenas ocho mil menos que el trimestre anterior. El informe detalla a los accionistas de Goldcorp que la mina en San Marcos sigue reportando costos de recuperación de hasta el 96 por ciento en oro y 92 por ciento en plata. En este último metal Montana elevó su productividad respecto del primer trimestre del año y está entre los más altos de la historia de Marlin En total la producción de plata para junio fue de tres millones 361 onzas, que equivales a 159 mil 700 onzas de oro, de acuerdo con la valoración que se efectúa en el mercado. Las ventas de oro también registraron un aumento ligero para la compañía, según el detalle, al pasar de 48 mil 700 onzas vendidas hasta marzo a 50 mil para el final del segundo trimestre. Beneficios: Las regalías de ley y las voluntarias entregadas hasta junio último suma Q77 millones 255 mil 535.79, aunque la compañía insiste en que el monto es mayor al sumarlo otros impuestos y gravámenes que paga en el país. Montana Exploradora asegura que los aportes al Estado por loa explotación minera son más elevados porque les agrega otros impuestos de carácter general y algunos específicos. El precio en el mercado internacional de la onza de oro oscila en US$ 1 mil 355, lo cual significa, en promedio, más del 86 por ciento del costo de extracción por onza del metal. Aunque el informe cita esos montos en dólares, se conviertieron a moneda local para contextualizarlos, según la tasa de referencia del Banco de Guatemala de Q7.93037 por US$ 1. Las regalías, según información del Ministerio de Energia y Minas (MEM), se distribuyeron en su mayoría entre el Gobierno y la Municipalidad de San Miguel Ixtahuacán. El primero recibió durante el primer semestre alrededor de Q36.6 millones en regalías, mientras que la comuna obtuvo Q35.7 millones. Unos Q5 millones restantes, por ley y por convenios con la empresa, se distribuyeron entre la Municipalidad de Sepacapa, San Marcos, y los ministerios de Ambiente y el de Energia y Minas. Montana Exploradora detalla aportes al Estado por Q194.7 millones, pero incluyen los impuestos, combustible, al cianuro, costo de timbres y el impuesto único sobre inmuebles. ![]() Fuente: Goldcorp.
Guatemala tiene un alto potencial de explotación de minerales metálicos y no metálicos por la alta variedad de materiales disponibles en su suelo, los cuales en su mayoría se encuentran inexplorados. Los principales se listan a continuación:
Estos minerales y rocas pueden ser procesados para conformar distintos materiales que son utilizados en otras industrias manufactureras y de construcción. A pesar de que Guatemala no ha realizado suficiente investigación geológica para cuantificar y caracterizar sus recursos minerales, se conoce el potencial que posee debido a estudios realizados durante décadas. El mapa del potencial minero en Guatemala muestra 4 regiones, teniendo cada una características distintas de acuerdo al componente de su suelo. Estas regiones son
![]() Fuente: Caracterización de la Minería en Guatemala. Ministerio de Energía y Minas. Dirección General de Minería. Noviembre 2004. |