Título I. Objetivo general del plan y principios de política pública de acción






descargar 1.09 Mb.
títuloTítulo I. Objetivo general del plan y principios de política pública de acción
página1/18
fecha de publicación14.08.2015
tamaño1.09 Mb.
tipoDocumentos
m.exam-10.com > Derecho > Documentos
  1   2   3   4   5   6   7   8   9   ...   18




PLAN DE DESARROLLO

Económico, Social, Ambiental y de

Obras Públicas

Bogotá, D. C., 2008 – 2012
BOGOTÁ POSITIVA: PARA VIVIR MEJOR”


Bogotá D.C., abril 30 de 2008

CONTENIDO
Mensaje del Alcalde Mayor
Presentación
Exposición de motivos
Proyecto de acuerdo
I Parte. Parte general

Título I. Objetivo general del plan y principios de política pública de acción

Título II. Objetivos estructurantes: descripción, propósitos, estrategias y programas


Capítulo I. Ciudad de derechos

Capítulo II. Derecho a la ciudad

Capítulo III. Ciudad global

Capítulo IV. Participación

Capítulo V. Descentralización

Capítulo VI. Gestión pública efectiva y transparente

Capítulo VII. Finanzas sostenibles

Título III. Metas de ciudad y de proyectos


Titulo IV. Programa de ejecución del Plan de ordenamiento territorial –POT-

Título V. Instancias y mecanismos de coordinación



II Parte. Plan de inversiones

Título único. Estrategia financiera



Anexos
I. Bogotá positiva. Sueños de niñas, niños y adolescentes

II. Territorialización por objetivos estructurantes y localidades

III. Financiación del plan

Consolidado inversión

Administración Central

Establecimientos Públicos y Unidades Administrativas Especiales

Empresas Industriales y Comerciales

Empresas Sociales del Estado

Fondos de Desarrollo Local

Distribución de recursos por objetivo estructurante 2008 - 2012

Distribución de recursos por sectores de la administración 2008 - 2012
MENSAJE DEL ALCALDE MAYOR


Amigos y Amigas:

La mayoría de quienes participaron en las urnas depositó su confianza tanto en el programa de gobierno que represento, como en mi capacidad, voluntad y liderazgo para construir las bases de la Bogotá del futuro, y transformar aquellas realidades que impiden el pleno y libre ejercicio de los derechos. Después de 20 años de recorrer la ciudad y conocer sus problemas, fortalezas y potencialidades, puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que sólo así, caminando por la senda del restablecimiento y la garantía de los derechos, podremos disfrutar de una ciudad equitativa, justa, moderna, próspera, solidaria y participativa.
El plan de desarrollo que les presento, orientará el destino del Distrito Capital durante los próximos cuatro años. Por eso, busca convocar la capacidad y el entusiasmo de todas y todos en torno a la construcción de este proyecto colectivo que hemos llamado Bogotá positiva: para vivir mejor”. A través de él, apostaremos a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, a crear mecanismos que permitan que cada vez más personas participen de manera real del desarrollo económico y a garantizar que éste revierta en desarrollo humano. Alcanzaremos una ciudad rentable en lo económico y en lo social, que sea por excelencia escenario de inclusión, respeto por la diferencia, convivencia, reconciliación, paz y construcción de lo público. Pondremos entonces, toda nuestra capacidad creativa y productiva al servicio de la generación de riqueza y de la prosperidad colectiva.
Por todo ello, mi invitación es a que se sumen a la “Bogotá positiva: para vivir mejor”. Lo hago con la certeza de que al final del camino habremos logrado, entre todos y todas, un aporte inmenso en beneficio de Bogotá y sus habitantes.

SAMUEL MORENO ROJAS

Alcalde Mayor de Bogotá D.C.

PRESENTACIÓN
Un plan de desarrollo es aquel documento de política pública a través del cual se describen los objetivos, las estrategias, los programas, los proyectos y las metas que comprometen al Estado con la ciudadanía -en particular a cada una de las entidades territoriales que lo integran-, y en el que se especifican las acciones a adelantar en cada período de gobierno, así como los respectivos recursos asociados para garantizar que las mismas se cumplan. En este sentido, el plan de desarrollo se constituye como la principal y más formal expresión del ejercicio de la planeación. Por ello, debe entenderse que en el plan de desarrollo no se vierte la totalidad de las acciones del gobierno, sino la acción estratégica estatal, al alcance de la ciudadanía y, en esa medida, objeto efectivo de control social y político.
El proyecto de acuerdo que aquí se presenta contiene la totalidad de los compromisos que el partido político Polo Democrático Alternativo adquirió con los habitantes de la ciudad para el logro de una Bogotá Positiva, a través de la candidatura de Samuel Moreno Rojas y de su programa de gobierno. Da cuenta, también de la visión estratégica y compartida de futuro, fruto de la concertación con diversos actores políticos, técnicos y sociales.
Responde además a las dinámicas del desarrollo del Distrito Capital de los últimos años. Reconoce la importancia de la planeación de largo plazo, aborda la realidad de manera intersectorial, asume el reconocimiento de los derechos individuales y colectivos, y hace partícipes a actores privados de la responsabilidad de definir y procurar un mejor futuro. La gestión pública debe articularse bajo un solo propósito: mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.
De manera adicional, la estructura del plan puede ser leída en clave de derechos, de poblaciones, y de territorios. Esto quiere decir que los tres enfoques están presentes a lo largo del texto, lo que expresa la voluntad del Alcalde y la administración de hacer de las personas el eje del accionar público.
El enfoque de derechos está orientado a avanzar en el reconocimiento, restablecimiento y garantía de los derechos individuales y colectivos, bajo el supuesto de que su ejercicio permite el acceso a las oportunidades y, por esa vía, la ampliación de las libertades. Se expresa de manera explícita cuando las prioridades del gasto público apuntan a garantizar una canasta básica de derechos para la población con menores posibilidades de disfrutar de los beneficios del desarrollo. Igualmente se concreta a través de instrumentos como la focalización del gasto, orientados a propiciar la universalización de los servicios sociales de una manera incluyente.
El enfoque poblacional y de género responde a la diversidad y la inclusión. Reconoce las diferencias entre unos y otras en virtud del ciclo vital; el sexo, la identidad de género y la orientación sexual; la etnia; y la condición particular de vulnerabilidad o riesgo; a fin de promover y ejecutar acciones diferenciales que buscan, además, preservar la heterogeneidad.

Las acciones afirmativas contenidas en este proyecto de Acuerdo se constituyen en la principal evidencia de la importancia que las diferentes poblaciones tienen para esta administración, así como la prueba del cumplimiento de las políticas públicas que sobre la materia existen en el orden nacional y distrital, y de los compromisos adquiridos en el ámbito internacional. Los sectores orientarán el seguimiento y la evaluación de su gestión con enfoque poblacional.
El enfoque territorial responde a la necesidad de evidenciar que la vida de las personas no ocurre en abstracto, sino se expresa de manera concreta en un territorio, y garantiza un gobierno de cercanía en procura de mayores niveles de concurrencia y de satisfacción de las necesidades y el mejoramiento de la calidad de vida de la población. En atención a esto, Bogotá positiva hace explícita una propuesta de territorializar su inversión, evidenciando el énfasis del plan en aquellos sectores con mayores necesidades de atención social.
Ahora bien, en esta oportunidad hemos hecho un gran esfuerzo por articular, instrumentos, niveles territoriales y agentes (sociales, políticos y técnicos) en torno al proceso de planeación, inherente a la confección de los planes de desarrollo.
El plan que aquí se presenta considera la existencia de otros instrumentos como los contenidos en el Plan de Ordenamiento Territorial –POT- tales como los planes maestros, las operaciones estratégicas y los planes zonales; las políticas sectoriales y poblacionales; y el marco fiscal de mediano plazo; e incorpora los elementos que de ellos se derivan y resultan necesarios para el cumplimiento de los objetivos de la ciudad y de “Bogotá positiva: para vivir mejor”.
El proceso de planeación de la ciudad es uno solo. En virtud de ello, hemos procurado mayores niveles de complementariedad y concurrencia entre el nivel central y las localidades, territorializando las acciones y las inversiones del plan de desarrollo, compartiendo escenarios de discusión y garantizando armonía entre la estructura básica, las metas y las formas de medición de Bogotá positiva con los 20 planes de desarrollo local.
Hemos articulado agentes, en tanto hemos hecho honor al lema de “Ahora decidimos juntos” escuchando las diversas voces -técnicas, sociales y políticas-, e incorporando en la presente propuesta el mayor número de puntos de vista. Prestamos atención a las recomendaciones que, con respecto al plan, nos hicieran el Consejo Territorial de Planeación; los Consejos de Planeación Local; Concejales y Ediles de Bogotá; Representantes a la Cámara por Bogotá; entidades públicas de distintos órdenes territoriales; las organizaciones, sectores y grupos sociales y poblacionales; la ciudadanía en general; los niños y las niñas1, los adolescentes y jóvenes de la ciudad.
Además, el proyecto de acuerdo reconoce que el mercado es una poderosa fuerza que trae desarrollo pero también genera una estela de inequidad y segregación. La función del Estado es restablecer la equidad y la convergencia con los instrumentos de la política pública que tiene a su alcance.
El gobierno distrital cuenta con menos grados de libertad en campos como empleo o ingresos, que en lo concerniente a sus políticas de usos del suelo, ordenamiento del territorio, educación, salud, oferta de bienes públicos locales y bienestar; y es cada vez más consciente de la necesidad de hacer explícitos objetivos de equidad y convergencia que reduzcan la segregación en la economía y en la sociedad. Los principios y propósitos de Bogotá positiva responden de manera frontal a ello.
La segregación territorial se expresa principalmente en dos niveles: una fuerte división espacial de estratos y un déficit en el acceso a bienes y servicios públicos en las zonas donde predominan hogares con menos poder adquisitivo. Naturalmente, la gestión distrital deberá minimizar los dos tipos de segregación, para garantizar el disfrute de los derechos fundamentales y el derecho a la ciudad. La convergencia en estos dos tipos de derechos será en concreto la victoria contra la segregación que producen los mercados. A título de ejemplo, en servicios públicos domiciliarios, donde estamos cerca de la cobertura total, la acción distrital consistirá en mejorar tarifas y subsidios; en vías, el objetivo será la cobertura en pavimentación y mantenimiento; en educación, calidad; y en vivienda, nuevas políticas de oferta y subsidios.
Así, el objetivo “Ciudad de derechos” es un conjunto de acciones que busca la convergencia en ingresos por medio de subsidios de oferta (salud, vivienda), apoyo alimentario, calidad ambiental, etc. El objetivo “Derecho a la ciudad”, reducirá la segregación por hábitat (mejoramiento integral de barrios), por espacio público y por infraestructura vial y movilidad. Los objetivos de “Participación”, “Descentralización”, “Gestión pública efectiva y transparente” y “Finanzas sostenibles”, son de hecho instrumentos para el logro de los dos primeros objetivos de convergencia. Finalmente, el objetivo de “Ciudad global” busca apoyar y potenciar el desarrollo económico, condición necesaria para una ciudad donde todos vivamos mejor.
Bogotá positiva: para vivir mejor es el resultado de un ejercicio de planeación estratégica. Ello tiene implicaciones tanto sobre la lógica interna del texto, como sobre el alcance del instrumento.
La planeación estratégica es un proceso formal de la planeación a largo plazo, que consiste en identificar las metas y determinar las reglas, programas y proyectos requeridos para alcanzarlas. Permite también definir los métodos necesarios para garantizar que los programas estratégicos se ejecuten. Así, se basa en la administración por objetivos y responde prioritariamente a la pregunta “¿qué hacer?”.
En este marco, los objetivos dan cuenta de un conjunto de propósitos de ciudad que se espera alcanzar al final de esta administración. De la misma manera, los programas son un conjunto de proyectos que permiten el cumplimiento de los propósitos, y por esa vía el logro de los objetivos. Los proyectos contienen el conjunto de acciones que dan vida o materializan los programas. El proyecto de Acuerdo presenta las metas generales de ciudad que se deberán alcanzar al finalizar el cuatrienio. A su vez, las metas de los proyectos contribuirán al cumplimiento de las metas de ciudad.
Aquí cabe anotar que, mientras los objetivos de los proyectos dan cuenta del desempeño de la administración (ej.: km.-carril construido), las de ciudad darán cuenta del impacto de la gestión sobre las realidades que el plan de desarrollo busca transformar (ej.: tiempos de desplazamiento). Así, haremos el seguimiento a través de los indicadores de los proyectos, y evaluaremos el impacto del plan a través de los indicadores asociados a las metas de ciudad.
El Plan está estructurado en dos partes. La primera, concreta los compromisos de la administración en torno a siete objetivos estructurantes, cada uno de los cuales cuenta con propósitos, estrategias, programas, proyectos y metas. Así mismo contiene el programa de ejecución del POT y las instancias y mecanismos de coordinación. La segunda, define el plan de inversiones que contiene los presupuestos plurianuales de los principales proyectos prioritarios y la determinación de los recursos financieros que garantizan su ejecución.
Finalmente, la posibilidad de incorporar en un plan la totalidad de los deseos tiene límites: la insuficiencia de los ingresos para atender todas las necesidades, la recurrencia del gasto y la preexistencia de normas, se convierten en condicionantes para las distintas administraciones. “Bogotá positiva: para vivir mejor” es respetuosa de ello.
Pero estoy absolutamente seguro de la trascendencia y eficacia de este plan que no tiene otra finalidad sino encontrar los instrumentos indispensables a fin de mantener e incrementar el impulso de las anteriores administraciones, buscando abrir ahora nuevos horizontes de progreso y modernidad, que redunden en beneficio de nuestra bella ciudad y mejore la calidad de vida de todos sus habitantes.

SAMUEL MORENO ROJAS

Alcalde Mayor de Bogotá D.C.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS


Toda ciudad muestra a la vista una suerte de diagrama de la cultura que la ha engendrado, del orden mental en que está inscrita, y en esa medida podemos decir que lo visible revela lo invisible”.

William Ospina

La transformación de Bogotá a lo largo de los últimos años salta a la vista. Su evolución obedece a un proceso continuo y progresivo de cambios en las maneras de ser, pensar y actuar tanto de las administraciones como de la ciudadanía en su conjunto, que tiene su origen más cercano en la Constitución Política de 1991, que en su artículo 322 organiza la ciudad como Distrito Capital, le da la potestad de contar con su propio estatuto para garantizar el desarrollo armónico e integrado y la eficiente prestación de los servicios a su cargo, impulsa el proceso de descentralización territorial con el propósito de garantizar los derechos básicos a la población, pero sobre todo, sienta los cimientos de la construcción del Estado Social de Derecho.
El Decreto Ley 1421 o Estatuto Orgánico de Bogotá, expedido dos años después de la Constitución, es el primer paso hacia la consolidación institucional de la ciudad. Le permitió fortalecer sus finanzas a través de instrumentos como el cobro de valorización por beneficio general, el autoavalúo para la liquidación del impuesto predial y la ampliación de las facultades de fiscalización y control, que más tarde fueron revirtiendo en la creación de un círculo virtuoso entre cultura tributaria, inversión pública, transparencia y contribución voluntaria.
El Estatuto Orgánico de Bogotá también hizo posible la descentralización administrativa local, la planeación, el presupuesto y la ejecución del gasto público por parte de las localidades y la ampliación de la participación a través de las Juntas Administradoras Locales. De la misma manera, contribuyó con la modernización de la gestión administrativa, permitiendo hacer más efectiva la prestación de los servicios públicos, mayores niveles de inversión en educación, con énfasis en cobertura, la formulación de proyectos urbanos complejos en materia de transporte, soportados en una política de movilidad y un plan de transporte masivo, y le otorgó al Distrito la facultad de impulsar políticas públicas adecuadas en materia de seguridad, convivencia y respeto a la vida.
En síntesis, se puede afirmar que el Decreto Ley 1421 le dio autonomía administrativa al gobierno distrital, redefinió la estructura institucional y fortaleció lo local, redistribuyó competencias entre los poderes del Distrito, coadyuvó a la transparencia, introdujo conceptos de control interno y control fiscal y estableció mecanismos para el saneamiento fiscal y financiero; acciones todas que empezaron a perfilar lo que hoy conocemos como el “milagro bogotano”.
Con la “casa en orden”, las sucesivas administraciones del Distrito Capital se dieron a la tarea de avanzar en la construcción de ciudad, de ir formulando políticas públicas de largo aliento que fueron respondiendo al desarrollo integral de la capital y a la transformación de las necesidades y expectativas de la ciudadanía, generando cambios en el comportamiento de la administración y de los bogotanos y bogotanas.
De esa manera, se crearon las bases de una sólida cultura tributaria mediante la racionalización impositiva, la actualización de las bases gravables, la agilización de los procedimientos, la sistematización del recaudo y el control de la evasión y la elusión, lo que le permitió al Distrito incrementar sus recursos propios, mejorar la confianza en el accionar público y generar una relación positiva entre los derechos y los deberes ciudadanos.
En ese marco la ciudad inició medidas que buscaban eliminar los rezagos en servicios básicos, de manera especial en lo que se refería a salud, educación y transporte. La educación y la salud pudieron apropiar acciones contundentes que permitieron alcanzar, luego de una década de trabajo, para el caso de educación, una cobertura bruta del 98% y neta del 93%; y para salud, una cobertura focalizada en los más necesitados con una red de atención organizada. La apuesta del sector educativo de mejorar la calidad no se ha concluido, presenta una brecha importante frente al promedio del sector privado2. La salud amplió su marco de acción, pudo reorganizar la red distrital de centros de atención y mejoró su servicio.
En ese mismo momento, la administración comprende la necesidad de avanzar en la promoción de una cultura ciudadana, democrática y de respeto a la vida. El impulso de esta política pública generó entre la ciudadanía mayor conciencia sobre las normas de convivencia, el autocontrol, el control social y la resolución pacífica de conflictos.
Si bien se empezaba a generar un imaginario colectivo, el desarrollo urbano aún no estaba a su servicio. Se requería entonces que la construcción física de la ciudad contribuyera a dar sostenibilidad a los avances alcanzados; que los ciudadanos y las ciudadanas sintieran que sus recursos eran bien invertidos y se materializaban en transformaciones urbanas significativas que mejoraban su calidad de vida; y que la ciudad era en realidad un lugar común de convivencia y construcción colectiva.
La renovación urbana, el mejoramiento de vivienda y de barrios, las obras de infraestructura y el transporte entre otros, potencian sus acciones en este momento. Se construye el Transmilenio, el cual después de ocho años en circulación, ha demostrado su efectividad, pero a la vez sus limitaciones. El corredor de la Avenida Caracas se encuentra saturado y los indicadores muestran problemas de fondo que aún se deben resolver. Los usuarios de estratos 1 y 2 gastan desplazándose en promedio cerca del 18% más del tiempo que los de estratos 5 y 6; la distancia que recorren es en promedio 30% mayor que la recorrida por los bogotanos de estrato alto.
Luego de avanzar en lo físico y en los servicios básicos, le quedaba a la ciudad asumir de frente una deuda: la equidad en derechos, la inclusión social y la pobreza. Saldarla requirió definir una política clara que orientara todos los esfuerzos de la administración -en coordinación con la acción privada- a la garantía y la efectividad de los derechos de los más vulnerables, empezando por el derecho al alimento. La disminución de la pobreza y el mejoramiento de la calidad de vida fueron los retos que la ciudad asumió y alcanzó, demostrando además, que la inversión social no pone en riesgo la estabilidad fiscal y financiera del Distrito y sí redunda en crecimiento económico y en bienestar.
Entendido el avance, el presente gobierno distrital, ofrecerá los mecanismos para garantizar el ejercicio de los derechos humanos -reconociendo las diferencias en las poblaciones y sectores-, y del equilibrio territorial, a través de acciones públicas sostenibles que aseguren la continuidad en el futuro de la orientación social del gobierno distrital. También, dará respuesta al reto de enfrentar los desafíos que la creciente urbanización y los cambios en el contexto global plantean a las ciudades: concebir y realizar la política pública de manera articulada con su entorno regional y en armonía con la nación y el mundo; abordar la problemática de la vivienda; proteger el ambiente; y mejorar la movilidad.
Para hacer frente a estos desafíos el gobierno asumirá y profundizará su responsabilidad sobre el crecimiento económico y la sostenibilidad del desarrollo. De igual forma, fortalecerá su capacidad de gestión para la generación de ingresos que le permitan dar cuenta de la necesidad de mantener y operar lo hasta ahora conseguido y avanzar por la senda del desarrollo sostenido.
Pero la responsabilidad en la consecución de los objetivos colectivos no corresponde sólo a la administración, sino también a los actores privados. La complejidad de las realidades que se deben abordar, a través de una conducta orientada al desarrollo, requiere de una acción conjunta entre lo público y lo privado que será fomentada desde el Distrito.
El desarrollo urbano de Bogotá se realizará conforme a un modelo de ciudad más humana, democrática y menos costosa, orientado a generar las condiciones materiales que hagan real y efectivo el acceso de toda la población a bienes y servicios que generen calidad de vida.
Así mismo, el desarrollo del Distrito Capital se integrará al del territorio circundante, generando estrategias conjuntas e instrumentos de colaboración que, en el marco de una economía globalizada, permitan dotar a la ciudad y la región de ventajas competitivas que redunden en beneficio de sus pobladores.
La cultura ciudadana, con nuestro programa “Amor por Bogotá” será la base de la convivencia, el reconocimiento del otro y de la otra en la diferencia y la diversidad, el respeto a los derechos propios y los de las demás personas, la reconciliación y la paz; así como del fortalecimiento de la identidad y la pertenencia, para construir una ciudad donde se ejerzan derechos pero también se cumplan deberes.
La participación ciudadana y el control social serán un objetivo y una característica de la tarea de gobierno. Se lograrán mayores niveles de articulación entre los instrumentos de la planeación, los niveles territoriales y los agentes técnicos, políticos y sobre todo, sociales, porque “Ahora decidimos juntos”.
Con esto, Bogotá positiva reconoce la dinámica pública de los últimos años y asume su papel histórico. Avanza bajo un sendero trazado, se concentra en los pasivos sociales que aún quedan y promueve una ciudad en todo sentido positiva, en la defensa de derechos, en lo social, en lo económico, en lo urbano, en lo ambiental; todo esto a fin de alcanzar los objetivos, que buscan dar cumplimiento a los compromisos adquiridos.

SAMUEL MORENO ROJAS

Alcalde Mayor de Bogotá D.C.

OSCAR ALBERTO MOLINA GARCÍA

Secretario Distrital de Planeación

Bogotá, D.C.,
PROYECTO DE ACUERDO NÚMERO
POR EL CUAL SE ADOPTA EL PLAN DE DESARROLLO ECONÓMICO, SOCIAL, AMBIENTAL Y DE OBRAS PÚBLICAS PARA BOGOTÁ, D. C., 2008 – 2012

“BOGOTÁ POSITIVA: PARA VIVIR MEJOR”
EL CONCEJO DE BOGOTÁ, D. C.,
En uso de sus atribuciones constitucionales y legales, en especial las que le confiere la Constitución Política de Colombia en los artículos 339 a 344, la Ley 152 de 1994, el artículo 12 del Decreto Ley 1421 de 1993 y el Acuerdo 12 de 1994,
ACUERDA
I PARTE

PARTE GENERAL

  1   2   3   4   5   6   7   8   9   ...   18

Añadir el documento a tu blog o sitio web

similar:

Título I. Objetivo general del plan y principios de política pública de acción iconTitulo I. Principios generales titulo II. Titulares de los derechos...

Título I. Objetivo general del plan y principios de política pública de acción iconPolíticas internacionales de salud pública. Plan decenal de salud...

Título I. Objetivo general del plan y principios de política pública de acción iconLa política económica cuenta con un conjunto de instrumentos de acción....

Título I. Objetivo general del plan y principios de política pública de acción iconResolucióN de 19 de diciembre de 2011, de la directora general de...

Título I. Objetivo general del plan y principios de política pública de acción iconPlan temático para lograr el objetivo general de la materia, el contenido...

Título I. Objetivo general del plan y principios de política pública de acción iconLibro I titulo I del propósito del desarrollo, principios, objetivos,...

Título I. Objetivo general del plan y principios de política pública de acción iconPolitica pública departamental para investigar, reconocer y garantizar...

Título I. Objetivo general del plan y principios de política pública de acción iconObjetivo General Promover el uso de agua segura mediante higiene...

Título I. Objetivo general del plan y principios de política pública de acción iconTítulo E. G. B. (Educación General Básica). Título B. U. P. (Bachillerato Unificado Polivalente)

Título I. Objetivo general del plan y principios de política pública de acción iconEn el presente volumen que publica la Editorial Sudestada reúno algunos...






© 2015
contactos
m.exam-10.com