descargar 256.28 Kb.
|
Trabajo publicado en www.ilustrados.com La mayor Comunidad de difusión del conocimiento MINISTERIO DE SALUD PUBLICA FACULTAD DE CIENCIAS MEDICAS DE GRANMA “CELIA SANCHEZ MANDULEY” REPUBLICA DE CUBA.
RESUMEN: Se realizó un estudio descriptivo, con el objetivo de identificar la repercusión de las infecciones del sistema reproductivo en la mujer en el trienio 2001 – 2003. CMF No. 12. Policlínico III “René Vallejo Ortíz” de Manzanillo, donde se estudiaron 80 casos de mujeres sexualmente activas comprendidas en las edades de 15 – 54 años. Se aplicó una encuesta conformada por varias preguntas, recogiendo algunas variables como: edad, ocupación, utilización de métodos anticonceptivos, infecciones del tracto genital, así como, posibles complicaciones de dichas infecciones. Las infecciones del tracto genital y sus complicaciones se observaron con mayor frecuencia en el grupo comprendido de 25 – 34 años, con conducta sexual inestable y los gérmenes más frecuentes fueron las cándidas (62,9 %) y los productores de vaginosis (18,2 %). Los factores contribuyentes fueron la presencia de dispositivos intrauterinos y el poco uso del condón. Observándose que la complicación que prevaleció fue el dolor pélvico crónico (79,7 %). Tanto las infecciones como las complicaciones, repercutieron negativamente en los aspectos social y económico. Entre las recomendaciones consideramos necesario insistir en las medidas de educación sexual y de prevención, de manera que la población tome conciencia del riesgo de las mismas y sus complicaciones. Se insiste en la necesidad de uso de preservativo y mantener pareja estable. INTRODUCCION: El grupo de infecciones del sistema reproductivo constituyen un problema de salud a nivel mundial, sin embargo los organismos de salud a nivel internacional le dedican poca atención. Algunas de las explicaciones más comunes ofrecidas para explicar esta conducta son:
Con estos argumentos podemos inferir que las personas bajo riesgo de sufrir infecciones del sistema reproductivo son principalmente mujeres promiscuas: como prostitutas y lesbianas, pero ellas no representan una cifra significativa de la población general de mujeres sexualmente activas. Teniendo en cuenta que la vulvovaginitis es el problema ginecológico más frecuente de las consultas de atención primaria y que de ellas el 90 % con sintomatología padecen de vaginosis bacteriana. Se hace necesario que el médico de la atención primaria conozca que para su diagnóstico se han de cumplir tres de los cuatro criterios de Amsel. (1.2)
Los cultivos no son útiles porque son positivos en un 40 – 60 % de las mujeres asintomáticas. Si analizamos: Al inicio de la introducción me refería a la poca atención brindada a estas infecciones y planteaba una serie de argumentos que si analizamos las consecuencias médicas de estas infecciones comprenderemos que dichos argumentos no son válidos. El siguiente diagrama nos facilitará este análisis. Bajo peso al nacer Infertilidad Muerte fetal ![]() ![]() Infección congénita ![]() Embarazo ectópico ![]() ![]() ![]() ![]() Dolor pelviano crónico ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Septicemia Infección por VIH Cáncer cervical Infección congénita Las infecciones del sistema reproductivo en la mujer no son fatales per sé, pero como podemos observar producen serias consecuencias y debemos enfatizar que siete de ellas pueden conducir a la muerte tanto de la madre como del feto o del recién nacido. La calidad de vida y productividad de la mujer son muy importantes tanto desde el punto de vista familiar, como social, por ello el impacto de los resultados no fatales de las infecciones del sistema reproductivo como: infertilidad y embarazo ectópico deben ser consideradas junto a las otras. En las mujeres no embarazadas en los EE UU ocurren anualmente de un millón a un millón y medio de casos con enfermedad inflamatoria pélvica. (4) En las últimas décadas su incidencia ha aumentado entre un 20 % y un 50 % con un 60 % a un 90 % entre los años de 1960 y 1980, especialmente entre los 20 y 29 años de edad. (3) El impacto que la infección pélvica ejerce sobre la condición física de la mujer va desde la infección asintomática o silente a una mayor morbilidad que en algunos casos puede llegar hasta la muerte. (5) La OMS estimó que en el año 2000, una de cada dos mujeres que alcanzaron la edad reproductiva en los años 70, habría tenido un episodio de enfermedad inflamatoria pélvica. De ellas el 25 % estuvo hospitalizada, 25 % fue sometida a cirugía mayor y 20 % quedaron estériles. La mayoría de los casos están relacionados con enfermedades de transmisión sexual. (5) Entre el 8 y el 20 % de las mujeres con cervicitis por gonococos no tratadas y del 9 al 10 % de las mujeres con cervicitis por clamidias no tratadas se complican con enfermedad inflamatoria pélvica, incluyen el uso de anticonceptivos intrauterinos e infecciones puerperales y post aborto, también se asocia con algunos procedimientos operatorios, tales como dilatación y curetaje uterino, histerosalpingografía e historia de enfermedad inflamatoria pélvica. Actualmente la enfermedad inflamatoria pélvica es considerada una de las principales causas de morbilidad, como infertilidad, embarazo ectópico y dolor pélvico crónico, su diagnóstico y tratamiento deben ser rápidos. (6). El síndrome de Fitz Hugh-Curtis puede ser una complicación de la salpingitis gonocóccica o la salpingitis por clamidia. Se caracteriza por la asociación de dolor en el cuadrante superior derecho y salpingitis aguda que indica presencia de perihepatitis. (6,7) En países del este entre 17 y 25 % de las mujeres que han sufrido enfermedad inflamatoria pélvica, tienen infertilidad y el embarazo ectópico potencial es entre seis y diez veces mayor que el grupo que nunca han sufrido estas infecciones. Como con la infertilidad, el riesgo de embarazo ectópico se incrementa con el número de episodios de enfermedad inflamatoria pélvica. Las mujeres que han tenido un embarazo ectópico tienen un 15 % de probabilidad de tener otro y hasta un 50 % de probabilidades de infertilidad. (4) Entre los 15 y 24 años de edad, una en veinticuatro experimenta un embarazo ectópico después de su primer episodio de enfermedad inflamatoria pélvica mientras que el riesgo aumenta de uno en ocho después de dos o más infecciones. (5) Amortegui. (4) citando a Heinonen y Eslord refiere que estos en Finlandia aislaron la clamidia con mayor frecuencia que el gonococo, de pacientes con salpingitis comprobada por laparoscopía y no material purulento como se ha hecho en los EE UU. Entre las mujeres con dolor pélvico crónico la probabilidad es del 40 % al 60 % y este complejo síntoma ha sugerido una posible explicación de la alta frecuencia de la histerectomía en mujeres que han tenido este tipo de infecciones. (4). La proporción de pacientes con dolor pélvico crónico aumenta con el número de episodios de enfermedad inflamatoria pélvica y la mayoría presenta cambios morfológicos de las trompas uterinas y ovarios relacionados con la extensión de adherencias pelvianas uterinas y anexiales. (7) Las infecciones por hongos y levaduras constituyen el 30 % de las infecciones vaginales, la mayoría son debidas a la cándida albicans. Las levaduras colonizan al 15 – 20 % de las mujeres no embarazadas y al 20 – 40 % de las gestantes. La infección por cándidas es más frecuente en las mujeres diabéticas, las que usan DIU, las que han tomado recientemente antibióticos, las que utilizan corticoides regularmente o las que presentan inmunodeciencias. (7). La vaginosis bacteriana representa el 60 % de todas las infecciones vulvovaginales. La concentración de patógenos anaerobios (bacteroides post-streptococcícas, gardenella vaginalis y G mobiluncus) aumenta de diez a cien veces. Los factores de riesgo para el desarrollo de estas infecciones son la presencia de enfermedades de transmisión sexual, múltiples parejas sexuales y el uso de dispositivos intrauterinos. (7) Aunque en principio la vaginosis bateriana se consideraba como una infección sin consecuencias, están aumentando los casos en que se asocia con enfermedad inflamatoria pélvica, endometritis post aborto, infección vaginal por histerectomía. (7,8) En embarazadas las infecciones causadas tanto por gérmenes patógenos endógenos, como las trasmitidas sexualmente pueden ocasionar muerte fetal, neonatal, bajo peso al nacer, infección congénita o el nacimiento de un niño gravemente enfermo. (9). El impacto de estas infecciones durante el embarazo depende de la virulencia del microorganismos, la etapa de embarazo y la duración de la infección. La vaginosis bacteriana se relaciona negativamente con el embarazo, observándose una fuerte asociación con annionitis, infección ovular y corioannionitis aguda, siendo esta última la causa más frecuente de trabajo de parto pretérmino y en estudios realizados a nivel mundial, es la causa más frecuente de estrés fetal; son producidas por bacterias aerobias, anaerobias, así como microplasmas. (10) Las infecciones ascendentes ocurren entre el 30 % y 70 % de las mujeres infectadas con microorganismos comunes al sistema reproductivo. (1,5,11) Los niños nacidos pretérmino como resultado de estos procesos pueden desarrollar: neumonías, otitis media, meningitis, conjuntivitis, septicemia, así como artritis séptica. (7,8) También los fetos sometidos a una carioannionitis pueden desarrollar neumonía y ello puede causar la muerte intrautero. (10) En el 90 % de los recién nacidos con neumonía se puede aislar la clamidia de las secreciones de las vías respiratorias y cerca de un 50 % de ellos tiene historia de conjuntivitis. (4) En 1975 Dunlop (12) calculó que la oftalmía neonatal por clamidia es aproximadamente cinco veces más común que la etiología blenorrágica, así las mujeres que sufren de infecciones agudas por clamidias o gonococos, son más susceptibles de tres a cinco veces de tener hijos con bajo peso al nacer o partos pretérminos, que las mujeres no infectadas. Las infecciones del cuello uterino por papiloma virus humano subtipos (16,18,31,33,35,41,42,43,44,51,52,56) aumentan el riesgo de neoplasia cervical entre diez y treinta veces (1,5,7,11), así como también las cepas (16,18,31) incrementan el cáncer vulvar, vaginal y del ano, el VIH puede aumentar este riesgo, ocurriendo un predominio de edad, menor en las portadoras y avanzar a niveles más graves con mayor rapidez. (13) Por otra parte, las infecciones del sistema reproductivo pueden aumentar considerablemente las posibilidades de contraer o trasmitir el VIH por contacto sexual, ya que estas ocasionan ruptura de las barreras epiteliales con marcada respuesta inflamatoria, la cual propicia la multiplicación del VIH, entre estas infecciones tenemos el herpes simple, shancroides, sífilis y la enfermedad inflamatoria pélvica, causada por clamidia y gonorrea. (13) El citomegalovirus es una infección viral común que por lo general no es nociva y no causa síntomas, pero cuando una mujer embarazada lo contrae puede trasmitir el virus al bebé. Esto puede llevar a enfermedades serias, incapacidades permanentes e incluso a la muerte. (14) El citomegalovirus es la infección congénita más común en los Estados Unidos. Cada año nacen cerca de cuarenta mil bebés con esta infección. Afortunadamente, la mayoría de estos bebés no se ven afectados por el virus. Pero cerca de ocho mil bebés desarrollan incapacidades permanentes como resultado de la infección. (14) El herpes genital es una infección de transmisión sexual que puede trasmitirse al feto antes, durante o poco tiempo después del parto. (15) Los bebés recién nacidos infectados pueden desarrollar llagas en la piel, la boca o infecciones en los ojos, si la infección se limita a estas áreas la mayoría de ellos se desarrollan normalmente. Sin embargo a menudo las infecciones de herpes en los recién nacidos, alcanzan al cerebro y a otros órganos internos. Cerca de la mitad de los bebés con infecciones extendidas mueren y la mitad que sobrevive suele tener daños cerebrales. (15) Otra de las enfermedades de transmisión sexual producida por virus es precisamente la pandemia VIH-SIDA. Todos los años en los Estados Unidos cerca de seis mil a siete mil mujeres con VIH dan a luz. (16) La infección con streptococo del grupo B es una infección bacteriana común que afecta aproximadamente uno de cada dos mil bebés nacidos en los Estados Unidos. Cualquier persona puede ser portadora de una infección por streptococo del grupo B y entre 10 y 30 % de las mujeres embarazadas lo es. (17) Cuando una mujer embarazada lleva la bacteria (streptococo) en la vagina o el recto en el momento del parto, existe una probabilidad de uno entre cien de que un bebé quede infectado. La mayoría sufre daños permanentes, pero aproximadamente el 50 % muere y cerca del 10 al 30 % que desarrolla meningitis sufre daños neurológicos permanentes. (17) Motivada por el predominio diagnóstico de las infecciones del tracto genital en la mujer en el CMF No. 12, Policlínico III, decidí encaminar mi estudio a identificar la repercusión de dichas infecciones en las esferas bio-psicosocial y económica, demostrando el costo del tratamiento de las infecciones, así como de las complicaciones. OBJETIVOS: Objetivo General:
|