 Displasia broncopulmonar: Información para los padres
¿Qué es la displasia broncopulmonar?
La displasia broncopulmonar, llamada también DBP o enfermedad pulmonar crónica (EPC), es una enfermedad de los pulmones que se puede desarrollar en bebés que nacen antes de tiempo y tienen problemas para respirar.
Bronco significa “vías respiratorias o tubos de aire en los pulmones”. Pulmonar significa “sacos de aire en los pulmones”.
Displasia significa “cambios inusuales en las células”.
Crónica significa "a largo plazo”.
El tejido pulmonar y las vías respiratorias del bebé prematuro son muy blandos y frágiles. Se dañan fácilmente y pueden inflamarse y presentar cicatrices.
Una vez que se dañan, el crecimiento del tejido pulmonar y las vías respiratorias es anormal y la respiración se torna difícil.
La DBP es una de las enfermedades más frecuentes en los niños.
¿Qué causa DBP?
La causa exacta de la DBP no se conoce. Algunas cosas que hacen que el bebé sea más propenso a desarrollar DBP son:
La DBP es más frecuente en bebés cuyos pulmones no han madurado. Los bebés que nacen más de 10 semanas antes de término o que pesan menos de 2 libras corren mayor riesgo de padecer DBP.
A veces, las mismas cosas que se necesitan para salvar la vida de un bebé prematuro con síndrome de dificultad respiratoria (SDR) son las que pueden provocar daño en los pulmones. Tratamientos importantes como el oxígeno y el respirador (ventilador) son muy útiles. A veces, si se necesitan muchas o altas presiones para ayudar a respirar al bebé, estas pueden ser nocivas para el frágil tejido pulmonar.
Las infecciones pulmonares, como la neumonía, pueden inflamar las vías respiratorias y el tejido de los pulmones.
¿Cuáles son los signos de DBP?
La DBP por lo general se sospecha en bebés de 1 a 2 meses de edad con las siguientes características:
el bebé necesita oxígeno suplementario un mes antes de la fecha del nacimiento a término o al cumplir 1 mes de edad
la radiografía torácica muestra daño pulmonar
existen problemas respiratorios continuos (el bebé respira demasiado rápido o usa músculos adicionales del del tórax para respirar)
las pruebas de sangre indican bajos niveles de oxígeno en la sangre o infección.
Radiografía torácica del bebé con DBP/EPC

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¿Cómo se comportan los bebés que tienen DBP?
Los bebés que tienen DBP pueden presentar algunas de las siguientes características o todas ellas:
respiración acelerada, superficial o ruidosa (con gruñidos)
aleteo nasal, falta de aire, sibilancia y tos frecuentes
hundimiento de los músculos del tórax entre las costillas (retracciones)
a veces puede lucir de color azul o negruzco debido a los bajos niveles de oxígeno en la sangre
necesita oxígeno suplementario para crecer y desarrollarse
se cansa fácilmente o respira rápido al alimentarse, lo que puede desacelerar el crecimiento y el aumento de peso
los sonidos de la respiración pueden sonar húmedos o como crujido al escucharlos con un estetoscopio.
¿Existe una cura o un tratamiento para la DBP?
No hay una cura rápida para la DBP, pero hay muchos tratamientos que ayudan a que los bebés puedan respirar mejor:
El oxígeno se usa para facilitar la respiración y que el bebé esté más cómodo al respirar. Algunos bebés necesitan usar oxígeno en casa. Es posible que necesiten el oxígeno durante semanas o meses.
A veces, se usan medicamentos para ayudar a que los bebés con DBP respiren mejor. En bebés prematuros, la terapia con cafeína y surfactante ayuda a prevenir la DBP. Los broncodilatadores abren las vías respiratorias en los pulmones. Los corticosteroides ayudan a reducir la inflamación en los pulmones. Los diuréticos disminuyen la acumulación de líquido en los pulmones. Los antibióticos atacan las infecciones pulmonares bacterianas, que son frecuentes en bebés con DBP.
La leche de fórmula o materna, rica en calorías, le da a su bebé calorías y nutrientes adicionales para ayudarlo a crecer y recuperarse. Debido a que algunos bebés emplean mucha energía sólo para respirar, es posible que deban alimentarse mediante un tubo que se les coloca en la nariz o el estómago para garantizar que reciban la suficiente cantidad de calorías necesarias para crecer.
El crecimiento es el mejor tratamiento para la DBP. Con el tiempo, su bebé desarrollará tejido pulmonar nuevo y saludable.
En muy pocos casos, algunos bebés sufrirán graves daños en los pulmones y necesitarán la ayuda de un respirador (ventilador) durante meses o más tiempo. Si esto sucede, a menudo se realizará una traqueostomía para ayudar con la respiración. Una traqueostomía es un pequeño agujero que se practica en el cuello para poder colocar un tubo especial de respiración en la tráquea, con un ventilador que brinda apoyo para la respiración.
Buenas noticias acerca de la DBP
Los nuevos dispositivos (aparatos) hacen que la terapia con oxígeno y los respiradores sean menos agresivos para los pulmones del bebé.
Los medicamentos ayudan a facilitar la respiración y disminuir los problemas respiratorios.
La mayoría de los bebés superará la DBP, ya que el tejido pulmonar nuevo crecerá rápidamente durante sus primeros dos años de vida.
Los bebés con DBP normalmente pueden recibir cuidados en el hogar, seguidos de cerca por el proveedor de atención médica y el neumólogo pediatra. Un neumólogo pediatra es un médico que se especializa en el tratamiento de la enfermedad pulmonar en niños.
De regreso al hogar
Llame inmediatamente al proveedor de atención médica si su bebé tiene alguno de estos síntomas:
problemas para respirar que empeoran o síntomas de infección respiratoria:
fiebre
respiración más acelerada de lo habitual
más esfuerzo de lo habitual para respirar
la tos, la sibilancia o la respiración es más ruidosa de lo habitual
el color de los labios o de las uñas de los dedos es azul, negruzco o pálido
el bebé está más irritable o molesto de lo habitual
el bebé se cansa con más facilidad al respirar o alimentarse
el bebé escupe más de lo habitual.
Si su bebé deja de respirar, comience a hacerle reanimación cardiopulmonar (RCP) y llame de inmediato al 911 o al servicio médico de emergencias local. Cosas importantes que debe recordar
Los bebés con EPC u otras complicaciones corren más riesgo de sufrir problemas pulmonares. Es importante que usted conozca cuál es la respiración "normal" de su bebé y cómo pueden lucir los músculos del tórax si el bebé tiene problemas para respirar.
Prevenga infecciones pulmonares. Lávese siempre las manos antes de tocar al bebé o prepararle sus alimentos. Las personas que visiten su casa sólo deben hacerlo si no están enfermas. Mantenga a los niños pequeños lejos del bebé. Evite lugares llenos de gente y guarderías.
No se debe fumar cerca del bebé. Limite la exposición a la contaminación y a otros irritantes pulmonares.
Aliente las personas que cuidan del bebé a que reciban la vacuna contra la gripe antes de que comience la temporada de resfriados y gripe y también a que reciban un refuerzo de la vacuna contra la tos ferina.
Lleve a su bebé a las consultas regulares de control del niño sano y siga el calendario de vacunación recomendado.
Hable con el proveedor de atención médica del bebé sobre palivizumab (Synagis), un medicamento que se usa para prevenir la infección por el virus sincitial respiratorio en niños pequeños.
Todas las consultas de seguimiento con el neumólogo pediatra son importantes, y son adicionales a las citas de control del niño sano que tenga con el proveedor de atención médica del bebé.
Si su bebé necesita tomar medicamentos especiales para ayudarlo a respirar mejor, debe seguir siempre las indicaciones del frasco o el envase del medicamento como vino de la farmacia.
Su bebé tal vez necesite recibir oxígeno para ayudarlo a respirar mejor, alimentarse mejor y crecer.
Es posible que el bebé necesite oxígeno suplementario durante varias semanas o meses hasta que desarrolle tejido pulmonar nuevo.
Al principio tal vez esté nervioso, pero con la práctica se sentirá cada vez más cómodo al cuidar de su bebé con DBP. Recuerde que siempre es bueno pedir ayuda!
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