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EL PROCESO DE LAICIZACIÓN DE LOS HOSPITALES EN LA CAPITAL DEL REINO DE GUATEMALA (XVI-XIX)
Resumen El artículo recorre la penosa historia de los hospitales en la capital del Reino de Guatemala, una historia que no deja duda sobre las limitaciones de la política de asistencia caritativa a los enfermos pobres durante los primeros tiempos de la época colonial. El trabajo está centrado en el momento en el cual la orden de San Juan de Dios que había sido el actor principal de la actividad sanitaria, a pesar de una legislación borbónica que paulatinamente restringía sus facultades, es reemplazada por una junta de caridad que asocia más claramente el mundo seglar al destino de dichos centros con la voluntad de mejorarlos. El texto examina a la vez algunos aspectos importantes del funcionamiento de los hospitales, en particular los Hospitales de Belen y San Juan de Dios a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, presenta ciertos elementos aferentes al presupuesto, a los gastos, a la población hospitalaria y a los empleados y enfatiza sobre el relativo menosprecio de los notables hacia el sistema hospitalario que lo condenaba a ser un mera antesala de la muerte. Palabras clave: Santiago de los Caballeros, Ciudad de Guatemala, Época colonial, Hospitales coloniales, Reformas, Laicización THE PROCESS OF LAICIZACION OF THE HOSPITAL IN THE CAPITAL OF THE REINO DE GUATEMALA (XVI-XIX)
Abstract The article traces the painful history of hospitals in the capital of the Kingdom of Guatemala, a story that leaves no doubt about the limitations of the policy of charitable assistance to poor patients in the early days of the colonial era. The work is centered on the point at which the Order of St John of God which had been the main actor in the health care activity, despite Bourbon legislation restricting its powers gradually is replaced by a board of charity associated more clearly the secular world to the fate of these centers will be improved. The text examines both important aspects of the functioning of hospitals, including Belen Hospital San Juan de Dios in the late eighteenth and early nineteenth century, it has certain elements afferent to the budget, the cost to the hospital patients and employees and emphasizes the relative neglect of the notable ones toward the hospital system that condemned him to be a mere prelude to death. Keywords: Santiago de los Caballeros, Guatemala City, Colonial, Colonial Hospitals, Reform, Secularization. EL PROCESO DE LAICIZACIÓN DE LOS HOSPITALES EN LA CAPITAL DEL REINO DE GUATEMALA (XVI-XIX) Christophe Belaubre Introducción Los hospitales no se volvieron herramientas esenciales de las sociedades modernas del día a la mañana. Aunque las reformas borbónicas y el movimiento de las Luces durante el siglo XVIII dieron un impulso mayor a la laicización de dichos establecimientos, con la idea de favorecer el aumento de la población y la riqueza de la Corona, esta evolución se inscribe en un contexto ideológico general favorable al papel del Estado como principal responsable de la asistencia1. El humanista español Juan Luis Vives en su De subventione pauperum (1526) se declara convencido que la caridad induce los pobres a no buscar trabajo y quiere limitar la política de asistencia a los enfermos y discapacitados (Houssaye, 2002: 250-272). El corriente humanismo junto con el trauma provocado en toda Europa por las grandes pestes que esparcieron miles de gentes, favorecieron la paulatina recuperación de la administración de asistencia por los servicios del Estado, volviéndose incluso dicha administración en el siglo XVII un órgano represivo encargado de sacar de las ciudades los llamados mendicantes y vagabundos (Foucault, 1975). Este movimiento de ideas inicia un largo proceso histórico que va reducir a condición de laica, la actividad de asistencia que tenía hasta entonces un carácter eclesiástico pronunciado. En el Reino de Guatemala la Corona española junto con la Iglesia, su brazo derecho, recurrió a la continua promulgación de leyes, decretos y acuerdos para mantener un desolador Sistema de beneficencia pública y salud del siglo XVI hasta bien entrando en el siglo XVIII2. Como en las demás ciudades del Imperio los hospitales estuvieron a cargo del clero regular, en particular la orden de San Juan de Dios y la de Belén, aunque los dominicos cuidaron a los indígenas en el siglo XVI: en la época de la conquista y del poblamiento de las tierras indianas era difícil concebir que dichas tareas de asistencia no estuviesen confiadas a las autoridades religiosas3. El hombre español, como lo llama Bartolomé Bennassar, estaba profundamente dominado por valores morales determinadas por la ley divina (Bennassar, 1975; Elliot, 1963: 97-108). A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, el Estado real quiso sacar del juego político al clero regular reservándose la dirección de una verdadera política de auxilio a los pobres urbanos, los cuales debían mudarse lo más pronto posible en productores de riqueza4. La beneficencia dejaba de servir a la élite como un medio de promoción social para mudarse en un monopolio del Estado sin que por eso algunas familias de poder se aprovechasen de la situación. Esta transformación del medio hospitalario se produjo en un contexto general de reformas impulsadas desde Madrid. La construcción de una nueva capital tras su destrucción en 1773 por unos terremotos resultó ser la gran oportunidad para reorganizar y sanear el espacio urbano, desplazar los cementerios fuera de la ciudad, establecer nuevos protocolos y recetas para luchar contra las epidemias, reformar en profundidad los estudios médicos y divulgar por medio de la prensa nuevos conocimientos en dicho campo (Alzate, 2004). Tal proceso fue completado por la transformación de la enseñanza de la medicina y la práctica de la cirugía, profesionalizando así recursos humanos para el desarrollo del imperio. En este ensayo intentaremos dibujar un retrato de la asistencia de los enfermos en el sistema colonial, enfatizando sobre el papel que tuvieron los religiosos de San Juan de Dios y de la orden de Belén antes de estudiar como paulatinamente la monarquía se impuso para imponer un conjunto de medidas para disciplinar y profesionalizar los hospitales, dándolos a un personal seglar considerado como más capaz de someter los cuerpos enfermos. Un retrato desolador y precario: la asistencia a los enfermos en el sistema colonial Aliviar los más menesterosos: una obligación moral y cristiana Aunque la Conquista de Guatemala se realizó por un hombre que no quiso o no pudo llevar consigo un médico o un cirujano, un solar fue dedicado a una casa de caridad cuando se hizo el trazado de la primera ciudad del istmo en el valle de Almolonga5. En la segunda capital llamada Santiago de los Caballeros del Reino, el primer hospital, conocido bajo el nombre de Hospital de Indios de San Alejo, fue sostenido por el dominico Matías de Paz6. El convento de Santo Domingo de la ciudad de Guatemala era patrón de dicho Hospital y los fondos eran administrados por el procurador de la orden7. Este esfuerzo fue reforzado por la iniciativa del Obispo Francisco Marroquín quien dio los fondos necesarios para crear el Hospital Real de Santiago para españoles y mulatos, al cual fueron asignados 1000 pesos anuales por real cédula del 29 de noviembre de 1559 (Herrera, 1942: 225-272)8. Diez años después la Corona fomentó una política de racionalización de los costos de asistencia, al pedir a los Dominicos unir su hospital con el del obispo Marroquín, lo cual no se había concretizado por lo menos hasta 1650 cuando el protomédico Bartolomé Sánchez Parejo tomó a su cargo el Hospital de Indios de San Alejo, pero que el Presidente don Enrique Henríquez de Guzmán supo imponer en 1685(Pardo, 1944: 74-75)9.
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