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Congregación de los Sagrados Corazones Curso de Formadores de América Latina Algunos aspectos de la historia de la Congregación de los SS.CC. María del Carmen Pérez W. ss.cc. 2002 Índice General Presentación general Primera Unidad. Contexto histórico del nacimiento y primer desarrollo de nuestra Congregación 1. Antecedentes a. Siglo XVIII 1. Sociedad y estado 2. La Iglesia 3. Corrientes espirituales en grupos del clero e influyentes pensadores cristianos b. Siglo XIX 1. Sociedad y estado 2. En la Iglesia 2. Origen de la Congregación 3. Los fundadores: un Buen Padre y una Buena Madre a. Pedro Coudrin b. Henriette Aymer 4. Cronología 5. Anexos a. Perfil del P. Coudrin b. Marco histórico c. Henriette Aymer. Algunos rasgos de su personalidad Guía de trabajo personal y autoevaluación Segunda unidad. Forjando una espiritualidad 1. Una manera de mirar a Dios 2. Presencia de María 3. Los Santos Patronos 4. Anexos a. Capítulo preliminar de la Regla de 1817 b. La adoración según los fundadores c. Nuestra Señora de la Paz. Origen de la imagen d. Fiestas propias de la Congregación y otros aniversarios Guía de trabajo y autoevaluación Tercera unidad. Movimiento misionero del siglo XIX 1. Expansión misionera de la Congregación 2. José de Veuster: Padre Damián de Molokai. Misionero de los SS.CC. 3. La Congregación en Brasil. El P. Eustaquio van Lieshout 4. El hermano Eugenio Eyraud, evangelizador de la Isla de Pascua 5. Desarrollo de la Congregación en América 6. Anexos: a. La hermana Gabriel de la Barre b. El P. Isidore David c. Algunos hermanos y hermanas destacados 1. Hilarión Lucas 2. Gabriel de la Barre 3. Isidore David 4. Alexis Bachelot 5. Cleonisse Cormier 6. Hermasie Paget 7. Euthyme Rouchouze 8. Los mártires de la Comuna de París 9. Josefina Lamarca 10. Theophanes Calmes 11. Mateo Crawley Boewey Guía de trabajo personal y autoevaluación Cuarta unidad. Nuestra legislación y nuestra vida 1. Las primeras ideas 2. Primeros esbozos 3. Las Constituciones de 1817 4. La revisión de las Constituciones 5. Las nuevas Constituciones de 1843 6. La segunda mitad del s. XIX 7. Las reformas de la primera mitad del s. XX 8. La renovación conciliar 9. Nota: las Casas Generales 10. Nota: los Superiores Generales 11. Anexos: a. Superiores generales de ambas ramas b. Patrick Bradley: Nota histórica Guía de trabajo personal y autoevaluación Quinta Unidad. Anexo documental 1. P. José María Coudrin, Sermón sobre el sufrimiento (1790-1791) 2. P. José María Coudrin, Sermón sobre la fe (1794-1799) 3. Reglamento dispuesto por el Buen Padre (1797) 4. A los Vicarios Capitulares de Poitiers (17 junio 1800) 5. Súplica al Papa (1800) 6. P. Hilarión Lucas, Algunas observaciones acerca del R. P. José María (1802) 7. Billets de la Buena Madre (1800-1803) 8. La intuición educadora de la Buena Madre 9. Primera memoria del P. Hilarión Lucas (7 diciembre 1814) 10. Consejos del Buen Padre sobre educación, a una hermana del pensionado de Picpus en 1815 11. Memoria del Buen Padre sobre el título de Celadores (6 diciembre 1816) 12. Memoria del Buena Padre sobre el título de Adoradores (27 diciembre 1816) Pauta de Evaluación General Bibliografía sobre la Congregación, en castellano Presentación General Sabemos que nos inicios de nuestra historia congregacionista están estrechamente ligados a los acontecimientos de la sociedad francesa, en especial a los cambios políticos — radicales y violentos — que llamamos Revolución francesa (fines del siglo XVIII), a las conquistas napoleónicas, su Consulado y su Imperio (inicios del siglo XIX), así como a la vuelta de los reyes Borbones (Restauración Monárquica). Época ésta donde ya fermentan las corrientes liberales y nacionalistas que definen la historia contemporánea a los largo del siglo XIX en Europa y América. Nuestros dos fundadores, así como toda esa primera generación, amigos y compañeros en la aventura nueva de fundar esta congregación, sufren en carne y alma los quiebres de una sociedad que se destroza, en la que, en ellos mismos, ven romperse su paz familiar, su fe y culto, la estabilidad social, sus valores y seguridades. La forzosa brevedad de estas páginas te obligará sin duda a leer y buscar otras fuentes de historia. No es el sentido de este módulo darte la historia hecha, sino señalar hitos, rasgos, acentuaciones que te permitan mejor entender el tiempo de los fundadores. La ampliación, mediante la lectura y el estudio, es tu responsabilidad, responde a tu creatividad. Llamado en este difíciles años, este puñadito de elegidos tiene que abrirnos camino, entregarnos viva la llama de la vocación intuida un día por Pedro y Enriqueta, en medio de oscuridad y dolor. En la incertidumbre e inseguridad, nace en ellos la inusitada seguridad de un Dios presente, vivo en su vida. Dios que los amaba, los elegía a ellos para un destino que los sobrepasaba en gracia y en tiempo. Esta ligazón entre gracia e historia genera este módulo donde se entrecruzan las obras de Dios — su acción — con la vida y acción de hombres y mujeres cuyas huellas seguimos hoy. Aprender nuestra historia, profundizarla, hacerla tan nuestra hasta volverla acción de gracias, hasta lograr transmitirla como vida a los jóvenes que llegan: ese es el fin de estas páginas. Que descubras como experiencia vital la maravillosa acción de un Dios Amor para el cual nuestra congregación «ha llegado a ser una necesidad para su corazón, tan grande es su misericordia». I Contexto histórico del nacimiento y primer desarrollo de nuestra Congregación Esta primera unidad presenta los orígenes de la Congregación. Primeramente se describe el ambiente social y eclesial en el cual nació nuestra comunidad. Sobre ese telón de fondo se recuerdan brevemente los pasos históricos que fue dando la comunidad para configurarse como tal. Por último se dedica un espacio más amplio para describir a nuestros dos fundadores. Los anexos y la cronología entregados buscan ayudar en una mejor comprensión de este proceso histórico de gestación de la nueva comunidad religiosa. 1. Antecedentes 2. Origen de la Congregación 3. Los fundadores: un Buen Padre y una Buena Madre 4. Cronología 5. Anexos: a. Perfil del P. Coudrin b. Marco histórico c. Henriette Aymer. Algunos rasgos de su personalidad ---------------------------------------------- 1. Antecedentes Se ha situado el nacimiento del mundo contemporáneo, entre otras teorías históricas, en las décadas finales del siglo XVIII, con los movimientos del pensamiento ilustrado y el cambio político que llamamos Revolución Francesa. Los cambios de mentalidad que van apareciendo y se traducen en lo político, social, religioso, económico, hacen pensar en un momento clave de la historia moderna. En este momento de la historia de Francia aparecen, en el mundo religioso de ese país, esas dos personas que Dios destinaba al origen de nuestra familia de los Sagrados Corazones. Echemos una mirada a una apretada síntesis de ese siglo y de la primera parte del siguiente que vio el crecer de la congregación. a. Siglo XVIII : algunos rasgos característicos de este siglo: 1. Sociedad y Estado : - Monarquías de poder absoluto y centralizado. - Guerras de las potencias por límites y por ganar poder en Europa, por la dominación económica (colonias). - Sociedad jerarquizada: nobleza, clero y burguesía (ambos en estratos altos y bajos) campesinos y aldeanos sin derechos, ni propiedad. - Economía estancada por derroche de nobles y cortes reales. - Industrialización débil (salvo Inglaterra) y agricultura aún con atraso medioeval. - Corriente de pensamiento político y social (segunda mitad del siglo) basada en el racionalismo. Es la Ilustración. Se pregonan los derechos de las personas, las reformas políticas, las libertades, un mundo organizado según la razón. - La joven república de los USA proclama los derechos del hombre y del ciudadano, lo que repite la Revolución Francesa. - Bullen las ideas de libertad y de participación política lo que va minando el poder de las monarquías. Algunos reyes se abren a reformas según, las nuevas ideas sin perder poder político: son los Déspotas Ilustrados. - Partidos políticos, clubs, pensadores, van produciendo un incontenible movimiento de masas (no hay aún concepto de pueblo) cuyo estallido violento comienza por Francia (1789-1799). 2. La Iglesia : - Un alto clero privilegiado vive como la nobleza y defiende sus privilegios. En general se pone a la defensiva ante el pensamiento ilustrado que se presenta ateo. Incapacidad de diálogo con el mundo moderno que nacía. - Grupos conservadores se identifican con la Iglesia al defender la religión, por lo cual es perseguida en la Revolución, ya que aparecía unida a los nobles, a la monarquía. - Un pueblo de fuerte fe cristiana (Francia) es usado por los poderosos y nobles. Grandes mártires de la fe. Mujeres humildes defensoras de la fe, los sacerdotes, el culto: «hicieron de la vida privada su trinchera». 3. Corrientes espirituales en grupos de clero, influyentes pensadores cristianos : - Quietismo: espera pasiva de la salvación de un Dios que es todopoderoso y hace lo que quiere. Impide la búsqueda en oración y reflexión. Inhibe iniciativas. - Jansenismo: incapacidad básica del hombre para llegar a Dios. Ser que es nada no puede alcanzar al Ser Santo. Somos esencialmente pecadores. Sacramentos y oración: acercarse poco, no ser muy familiares. - Concilios, capítulos, libros de piedad, sermones, etc: se llega a confundir lo esencial de la fe con devociones y prácticas frutos de la época. Va estando presente la tensión entre renovación y tradición. b. Siglo XIX : algunos rasgos característicos de este siglo: 1. Sociedad y Estado : - La revolución francesa y el gobierno de Napoleón que le sigue, tienen repercusión en Europa y toda la sociedad occidental, sus ideas en la independencia de América. - Tras ello se restauran las monarquías: según derecho de antiguas dinastías. Leyes contra la Iglesia a la luz del liberalismo. Los reyes hacen ligas para defender su influencia y su poder: Francia, Inglaterra, Prusia, Rusia, Austria, España... - La restauración: recuperar privilegios de las clases altas, de la Iglesia. Contra ellos los movimientos sociales y políticos: liberalismo, nacionalismo, socialismo, etc. - El colonialismos, iniciado por España y Portugal (descubrimientos) luego por la expansión de Inglaterra, Holanda y Francia, tiñe las relaciones internacionales. Europa civiliza los otros continentes, especialmente África, Asia y Oceanía. 2. En la Iglesia : - La restauración trae nuevo empuje de obispos por las misiones diocesanas para recristianizar (participan nuestros hermanos). - Las monarquías restauran las diócesis, parroquias. Influencia en la Iglesia que también restaura sus privilegios perdidos. - La iglesia de Francia, unida al poder real: se crean tensiones entre galicanismo (iglesia francesa unida al poder del estado) y los ultramontanos, que unidos al Papa, defienden la universalidad del poder pontificio. El Buen Padre encabezó esta última corriente. - Corriente misionera desde Europa.¿Unida al colonialismo o para contrarrestarlo? 2. Origen de la Congregación Miremos la última década del siglo XVIII. Caracterizada por el desmoronamiento del orden político-social denominado Antiguo Régimen en esa convulsión que llamamos Revolución Francesa. Todos los aspectos, públicos y privados, de la sociedad europea, se trastocan profundamente. Se lo considera el comienzo de la época contemporánea. El orden social, monárquico y jerarquizado siente crujir sus bases. La Iglesia, parte de ese orden, ve desmoronarse privilegios y poder. Los dos fundadores habían nacido y crecido en ese orden, y de diferentes modos, sus familias sufrieron, el quiebre revolucionario. Pedro Coudrin, de familia de campesinos, sencillos sin ser pobres, sometidos como toda esa clase (estado llano) a tributos y dependencia en favor de los grupos privilegiados. De sólida raigambre cristiana, la familia de Pedro apoya sus inclinaciones al sacerdocio, sus estudios con el tío cura primero, luego en la universidad y el seminario de Poitiers. El cierre de éste, le imposibilita seguir estudios para el sacerdocio, habiéndose confiscado las propiedades de la Iglesia. Luego la ley somete el clero al poder civil: es la Constitución civil para el clero. Pedro debe buscar quien lo ordene sacerdote solo, escondido, en un París donde se vocea el fin de la religión católica. 4 de Marzo de 1792: pleno régimen del Terror. Henriette Aymer de la Chevalerie ha vivido protegida por una fortuna, un estilo de vida, una educación propia de la clase privilegiada por los bienes de la fortuna, en una sociedad en que la nobleza de cuna, lo es también de cultura, refinamiento, influencia y roce social. Desde allí ha mirado el mundo. El exilio de su hermano la hace sospechosa al régimen, más aún su protección a sacerdotes rebeldes a la ley estatal. La cárcel: momento de conversión a lo esencial. Luego la pobreza nueva, una nueva difícil vida. Vida que nada tiene ya de esa dulzura de vivir que, se dice, caracterizó la sociedad feliz e inconsciente del Antiguo régimen. Ambos errando en un mundo nuevo y desconocido, en un Poitiers vacío de goces, de la vieja fe. Se encuentran en la Sociedad del Sagrado Corazón con otros, laicos, sacerdotes, hombres y mujeres, también errantes. Lugar de aparente beneficencia pública e instrucción: en la realidad de un culto católico perseguido y prohibido, clandestino. Es refugio de sacerdotes rebeldes, perseguidos. Participar en la Eucaristía ahí, lugar y hora impensados. La vida cristiana se alimenta y la acción se propaga: hay una fe que cuidar en ese pueblo. Se hace instrucción cristiana y obras de caridad. Se esconde el sello católico. Estas circunstancias históricas marcan a nuestra familia religiosa desde el nacimiento. Van surgiendo los diversos elementos que serán la familia SS.CC. Veamos: — Ahí se descubre el amor fiel de Dios, encarnado en el Corazón de Cristo, corazón herido en su Iglesia, en sus hijos, en su obra de salvación. Jesús sufriente en una nueva pasión, en los hombres perseguidos: es preciso reparar, redimir con él por tanto crimen. Corazón que encontramos, sencillo y sin apariencia, en la Eucaristía. — Celebración silenciosa, perseguida, de hermanos en la fe, que comulgan de su vida para seguir anunciando a los que sufren que Dios los ama. Adorar a Jesús, con él al Padre: suplicar, implorar, ofrecer la vida austera y sufriente, en comunión con su pasión y su muerte. Por el mundo que ellos ven tan lejos de Dios. Ir a convertir, predicar, enseñar, tender manos, como Jesús. Rehacer la vida misma de Jesús hoy, todas las etapas de su camino humano, mortal. Hasta la muerte. — Va naciendo la familia: un grupito de mujeres y Pedro, padre y guía espiritual. Luego hombres y mujeres que quieren entregarse, consagrarse en comunión con el corazón de Jesucristo, con su obra de salvación. Familia sencilla, desapercibida, pobre, muy unida. Si la revolución removió los cimientos de la sociedad y marcó la vida de los primeros hermanos y hermanas, el poder del Consulado y luego el Imperio de Napoleón no le dieron respiro para crecer. La primera generación no supo de paz y tranquilidad. Persecuciones, manejo de la Iglesia por el poder, expurgaciones, censuras, control. Pedro es ya el Padre José María desde esa noche de consagración en Navidad de l800. Lleva una azarosa vida de pastor perseguido, presionado entre Estado e Iglesia. Va siendo al mismo tiempo el padre de la familia que crece. Enriqueta Aymer se ha convertido en la Buena Madre: maternidad plena con el rápido crecimiento de la rama de hermanas. Muchas vocaciones religiosas: ha habido un vacío de varios años y en este nuevo despertar, se redescubre el llamado. Esta nueva congregación responde a la necesidad espiritual de las generaciones privadas de culto y vida religiosa. En vida, los fundadores ven crecer y florecer, no sin dificultades, comunidades con diversas formas de apostolado. Recibieron la aprobación oficial de Roma y vieron la congregación partir en misiones a Oceanía. Al morir ya se vislumbraba este continente americano. |