descargar 2.92 Mb.
|
Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán Rectoría Vice-Rectoría Académica Facultad de Ciencia y Tecnología Departamento de Ciencias Matemáticas ![]() PLAN DE ESTUDIO DE LA CARRERA DE PROFESORADO EN MATEMÁTICAS EN EL GRADO DE LICENCIATURA CÓDIGO: EMA-0801 UNIDAD ACADÉMICA RESPONSABLE: DEPARTAMENTO DE CIENCIAS MATEMÁTICAS Tegucigalpa, M. D.C., 2008 ÍNDICE
Código: EMA-0801 Nombre: Profesorado en Matemáticas en el Grado de Licenciatura Duración: 4 años, distribuidos en 12 Períodos Académicos de 13 semanas Modalidad: Presencial Requisitos administrativos de ingreso: La Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), establece como requisitos administrativos de ingreso los siguientes:
Requisitos administrativos específicos de la carrera: Se establecen como requisitos administrativos de ingreso a la carrera de Profesorado en Matemática los siguientes:
Unidades Valorativas: 169 Número de Espacios Pedagógicos: 52 Grado Académico: Licenciatura Acreditación: Título de Profesor de Matemáticas en el Grado de Licenciatura Fecha de inicio: 2009 Fecha de primera reforma: 2008
El campo de la economía, la política, los negocios y la tecnología, entre otros, han avanzado a ritmo acelerado. Sin embargo, la educación ha evolucionado más lentamente. Afortunadamente, el siglo XXI ha traído consigo la necesidad de transformar los centros educativos mecanicistas en comunidades de aprendizaje, con ello se pretende que el proceso educativo no sólo trasmita al educando información académica y el desarrollo de habilidades cognitivas, sino que la misión educativa vaya encaminada a promover el aprendizaje de manera permanente, integral y a lo largo de la vida. Por ello en la Declaración Mundial sobre Educación Superior para el siglo XXI, planteada en octubre de 1998, se propuso la mejora y conservación de la calidad de la enseñanza, una mejor formación de la persona y la formación basada en competencias; asimismo, se proclamó como función y misión de la educación superior, entre otras: educar para propiciar el aprendizaje permanente “con el fin de formar ciudadanos que participen activamente en la sociedad y estén abiertos al mundo” Por todo lo anteriormente expuesto, se debe estar consciente que se transita por un momento histórico de modelos universales y de aldeas globales, donde las fronteras del conocimiento y la ciencia, cada vez reconocen menos límites, y donde el factor de las competencias académicas profesionales entró a regir la inspiración de los propósitos educativos, así pues, se hace necesario revisar los objetivos que caracterizan el acontecer académico en la universidad, como último eslabón de la cadena pedagógica tradicional del hombre y la mujer, con el único propósito de establecer las correspondencias morales, éticas, científicas, humanísticas, sociales y tecnológicas que demanda la sociedad contemporánea a sus nuevos ciudadanos. Por tanto, las universidades para dar respuesta a las demandas de la sociedad actual deben de actualizar sus currículos, lo cual exige repensarlos en función de los retos que propone la sociedad de hoy, con características especiales y contextos complejos y vulnerables tales como: la integración entre los pueblos, el respeto a la diversidad y multiculturalidad, el aumento de conflictos, y la atención a los riesgos biopsicosociales y naturales, entre otros. Es así como Iafrancesco1 expresa que “Este cambio demanda actualizar los fundamentos educativos, filosóficos, psicológicos, epistemológicos, sociológicos y pedagógicos tradicionales para responder a la educación, a la construcción del conocimiento, a la transformación socio-cultural y la innovación educativa y pedagógica”. Dicha realidad plantea la demanda de formar un profesional con saberes nuevos y eficaces para enfrentarse al cambio vertiginoso del conocimiento y a las demandas del mundo globalizado; capaz de generar competencias sólidas que le permitan formarse más allá de los límites de la educación tradicionalmente establecidos. La educación por tanto, no puede ser simplemente una preparación encaminada al conocimiento y desarrollo de una serie de destrezas de tipo instrumental que permitan acceder a un desempeño profesional, es algo que debe ir mucho más allá o sea formar a un ciudadano integral, completo, con sentido de sus obligaciones; con capacidad crítica y autonomía. El docente por tanto “no debe limitarse únicamente a enseñar información, debe formar valores, introducir una serie de ideas en el ideario de sus alumnos, ya que no pueden esperar a que la sociedad mejore para educar bien, porque su deber es educar bien para que la sociedad mejore” (Rodríguez, 2001). Es así como Amaya2 expresa la necesidad de contextualizar la educación superior en procesos de globalización, internacionalización, cooperación, intercambio y movilidad, en la actual sociedad del conocimiento, llevando a pensar en la adopción de currículos abiertos y flexibles; teniendo en cuenta los acelerados cambios y transformaciones en el desarrollo científico y tecnológico y las exigencias cambiantes de la sociedad y de los entornos profesionales y laborales. En tal sentido, las autoridades académicas y administrativas, los docentes, educandos y personal administrativo de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), conscientes de su responsabilidad para con la sociedad hondureña, han iniciado y avanzado en un proceso de reflexión académica de este fenómeno, desde el proceso de auto evaluación y evaluación externa de las carreras, y a partir de otros espacios de reflexión, socialización y consenso, decidiendo incorporar en su propuesta formativa de rediseño de sus carreras de pregrado una orientación curricular estructurada bajo el enfoque de competencias académico-profesionales y específicamente asumiendo la tipología planteada en el marco del Proyecto TUNING Latinoamérica y enriquecida por las demandas de la sociedad hondureña y el sello característico que distingue a esta universidad y el cual se encuentra plasmado en su misión y visión, a través de las cuales se pretende formar ciudadanos con capacidad de proyección social, capaces d e movilizar los saberes necesarios para el desempeño profesional exitoso, y entre otras cosas, con una actitud crítica y propositiva en la búsqueda y solución de los problemas, con una visión de educación permanente, y con conciencia de la responsabilidad profesional. En este marco de Mejoramiento de la Calidad de la Educación Superior, la UPNFM, presenta a través de este documento el Plan de Estudio de la Carrera de Profesorado en Matemáticas. El cual contiene en sus diferentes apartados una breve descripción del modelo curricular basado en competencias, la fundamentación filosófica, psicológica y pedagógica del plan de estudio, el enfoque de enseñanza y aprendizaje y el modelo de evaluación a instituirse en la UPNFM, que guiarán el quehacer docente en el desarrollo del plan de estudio, a través de la programación de aula. El plan de estudio comprende además el perfil académico profesional, los objetivos que se pretenden lograr a través del desarrollo del mismo, a la vez que incluye una descripción cualitativa y cuantitativa de la Formación de Fundamento y la Formación Específica, ésta última conformada por la Formación Didáctico Metodológica Orientada a la Especialidad, la Formación Especializante y la Práctica Profesional; aspectos todos que conforman la estructura curricular del plan de estudio. Finalmente este documento contiene también la descripción mínima de los espacios pedagógicos y los recursos humanos y materiales administrativos qqqqque permitirán desarrollar eficazmente el plan de estudio.
La educación hondureña se enfrenta a un enorme desafío que se refleja en el hecho de que en la actualidad Honduras se encuentra situada en el tercer lugar de los países latinoamericanos con mayor desigualdad educativa. Para el año 2003, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) alcanza un valor de 0.657 que comparado con años anteriores muestra un ritmo de crecimiento muy bajo, y en comparación con los demás países del mundo, sitúa a Honduras en la posición 115 de 175 países analizados, por debajo de la media de América Latina y el Caribe.3 Es así, como uno de los retos más importantes que el país debe enfrentar en los próximos años es lograr el mayor desarrollo humano posible, en el contexto de un mundo cada vez más globalizado y competitivo. En este sentido, el Gobierno ha enfocado sus esfuerzos en la ejecución de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP, 2001), mediante programas sectoriales en áreas fundamentales como: educación, cultura, salud, agua y saneamiento, vivienda y redes de protección social. El actual sistema escolar hondureño no responde a las aspiraciones educativas y culturales de la niñez y la juventud; se ha rezagado respecto al desarrollo y fortalecimiento de la identidad y dignidad nacional, está divorciado del desarrollo económico y legitima las desigualdades sociales4. En consecuencia, Honduras necesita un sistema educativo que exalte los valores de la nacionalidad, fortalezca la identidad, contribuya al desarrollo económico y al mejoramiento de las condiciones de vida de las mayorías desposeídas; que eduque para la prevención de riesgos biopsicosociales y naturales; la equidad de género, el respeto a la diversidad multicultural, la convivencia en paz y el respeto a los derechos humanos. En la propuesta de la Secretaría de Educación para la Transformación del Sistema Educativo en Honduras (1999), se afirma que “la deficiente calidad educativa es el problema esencial del sistema, se refleja en la poca relevancia y pertinencia de los aprendizajes”. Pese al esfuerzo que el Estado ha hecho en materia de ampliación de cobertura y mejoramiento de la calidad educativa, la escuela de hoy, continúa siendo un espacio en el cual se reproduce la desigualdad social. El paradigma educativo que hasta hoy se ha sostenido, pone a la niñez y juventud de Honduras en manos de un sistema educativo caracterizado por una organización altamente centralizada, que se mueve con extrema lentitud y que no ha sido capaz de producir cambios curriculares relevantes, en consonancia con las necesidades nacionales y la dinámica de las transformaciones mundiales.5 “El reto es inminente para todos los niveles del sistema educativo en lo referente a fortalecer o modificar en algunos casos la estructura y funcionalidad de los diseños curriculares, así como la operacionalización a nivel de experiencias tangibles para el estudiantado, que le faciliten la adquisición de conocimientos y el desarrollo de competencias relevantes para su desempeño personal, ciudadano y laboral”.6 Para tal fin el gobierno ha definido replantear y reformar el sistema educativo con el propósito de ofrecer a las (los) niñas (os) y jóvenes la oportunidad de educarse con un alto nivel de calidad y mayor cantidad de años de escolarización, con capacidad para incorporarse con éxito al trabajo productivo, promoviendo el desarrollo personal, familiar y nacional en un marco de solidaridad social.7 En este proceso de transformación del Sistema Educativo Nacional se propone Currículo Nacional Básico (CNB) y un Diseño Curricular Nacional para la Educación Básica (DCNB) y de la Educación Media que conlleva la reconversión de los programas de Pre-grado universitario dedicado a la formación de los profesionales responsables de la ejecución de ese currículo. Por otro lado, la Ley de Educación Superior Hondureña postula en su artículo 3, del capítulo I que, “la educación superior deberá promover la transformación de la sociedad hondureña”, señalando además, que “su misión se orientará hacia una formación integral de ciudadanas y ciudadanos para el logro de una óptima calidad académica, conjugando el dominio del saber, el conocimiento de la realidad nacional, con el cultivo de las más puras cualidades éticas e incremento del sentido de responsabilidad frente a su misión profesional. Capacitará a la y el educando para promover el desarrollo y fortalecer las condiciones de independencia nacional en el marco de los procesos de integración nacional y las relaciones internacionales”8. Por consiguiente una nueva educación que busque, potencie y fortalezca los postulados anteriores con calidad para todas y todos, es un requisito fundamental para la formación de la ciudadana y del ciudadano que el país necesita. Además, contribuir a la formación de personas capaces de generar las transformaciones sociales trascendentales para el logro de una sociedad culta, equitativa, justa y productiva. La Conferencia Mundial sobre la Educación Superior (1998) en la sede de la UNESCO, expresó que es necesario propiciar el aprendizaje permanente y el planteamiento de competencias adecuadas para contribuir al desarrollo, cultural, social y económico de la sociedad. Asimismo, se señaló que las principales tareas de la educación superior han estado y seguirán estando ligadas a cuatro de sus funciones principales: - La generación de nuevos conocimientos (función de investigación). - La formación de personas altamente calificadas (función de docencia). - El proporcionar servicios a la comunidad (función de extensión) y la crítica social (función ética). Por tanto, el currículo de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), se justifica en la medida en que se convierta en un espacio académico que posibilite la revalorización y ejercitación de talentos, virtudes y capacidades que son patrimonio de las hondureñas y los hondureños, que forme individuos conscientes de la situación de su entorno, los movimientos de género, ambientalistas, atención a la diversidad, conservación de la salud, etc., y a su vez que desarrolle una conciencia crítica sobre la problemática social, económica y educativa del país, a fin de que se forme una educadora o educador que propicie la búsqueda de una educación de calidad para todas y todos, de una mayor eficiencia y eficacia de los servicios educativos; de potenciar esas características en función de un nuevo tipo de hondureña y hondureño de una sociedad más solidaria, más justa y democrática. En particular, es un hecho conocido que en los países industrializados y de alto desarrollo, las matemáticas representan un papel fundamental para sustentar procesos, investigaciones y la toma de decisiones en el campo científico, tecnológico y humanístico. Sin embargo, la situación general de la enseñanza de la Matemática y la Ciencia demuestra que ésta es muy deficiente en la mayoría de los países latinoamericanos, por ejemplo el Primer Estudio Internacional Comparativo sobre Lenguaje, Matemática y Factores Asociados, establece entre sus principales conclusiones que con la excepción de los educandos cubanos, que alcanzaron los mejores puntajes en lenguaje y matemáticas, lo que se advierte en las escuelas del resto de América Latina es que el nivel de logro en Matemáticas es aún más bajo y desigual que el nivel de logro de lenguaje que también es considerablemente bajo. En Matemáticas los alumnos no asimilan los conocimientos ni desarrollan las competencias en los espacios pedagógicos. Reconocen signos y estructuras pero hay escasa capacidad para resolver problemas matemáticos simples de la vida cotidiana. 9 Más evidencia de esto, se presenta en los estudios realizados por la Unidad Externa de Medición de la Calidad Educativa (UMCE) en el año 2004, el porcentaje medio de respuestas correctas en matemáticas de los educandos de último grado del primer y segundo ciclo de Educación Básica, está entre 39 y 44 por ciento, y además se ha comprobado que no hay mejoría en el aprendizaje de las matemáticas en el período del 2002 al 2004.10 Según estudios realizados por la OEI se afirma que el área iberoamericana está en desventaja frente a los países desarrollados, ante la creciente proporción del componente científico-metodológico en el intercambio comercial global. “Los nuevos contenidos científicos y tecnológicos en los que se basa la producción han desatado en el mundo una transformación que promueve y condiciona profundos cambios tanto en las dimensiones económicas, sociales, culturales y políticas de los países como entre las relaciones entre ellos.”11 Un elemento importante es la caracterización de la matemática misma a través de las diversas escuelas de pensamiento que han ido surgiendo a través de la historia (Santos, 1998), lo que obliga a pensar en nuevas formas de enseñar y aprender matemáticas. Actualmente el concebir la educación matemática como un proceso de inmersión en las formas propias de actuar del ambiente matemático, conlleva a un cambio profundo en la metodología de enseñanza y es esta universidad la encargada de formar al profesional que adopte estas innovadoras propuestas. Otro elemento, es el proceso de autoevaluación interna-externa (2001 – 2002) de la carrera de matemáticas que enfatiza la necesidad de rediseñar la misma tomando en cuenta que los avances de la ciencia, la tecnología y la matemática educativa que implica actualizar los contenidos y los métodos de aprender y enseñar, expresando que “…debe hacerse un esfuerzo para que los educandos estén expuestos a formas complementarias en el ámbito metodológico. Igualmente el aprendizaje evaluativo de los aprendizajes debe ser coherente con los principios metodológicos escogidos… y cuando llegan a ejercer a su ámbito laboral, la transición sea natural y su formación haya sido fundamentada en el “modelaje” de estas metodologías”. Además, los Pares Externos evaluadores manifiestan que las orientaciones definidas en la carrera no ameritan verse como tales, sino que deben ser tomadas como aportes de otras disciplinas y que la tecnología no solo debe presentarse como una herramienta rutinaria a los educandos de esta carrera, es fundamental presentarla como una herramienta cognitiva, de forma tal que facilite el aprendizaje de los educandos, dado que así fortalecerá el perfil profesional y dada la importancia de la tecnología en el desempeño profesional hará que los educandos sean más competitivos. Por tanto, se hace necesario el rediseño de la Carrera de Profesorado en Matemática en el que se incorporen interdisciplinariamente la Matemática, la Física y la Computación; así como la integración de la matemática y la formación pedagógica a fin de formar profesionales para la enseñanza de la matemática que respondan a los desafíos de la enseñanza y aprendizaje de la Matemática a nivel nacional, regional e internacional, que sean críticos, propositivos y con sensibilidad social. En consecuencia, la formación que se pretende brindar en el desarrollo de este Plan de Estudio se orienta a que la y el educando tomen conciencia de las demandas de desarrollo económico, político, social y cultural del país en el contexto actual; de las necesidades de la persona humana y del aprendizaje crítico; permitiéndole a su vez analizar críticamente las nuevas tendencias de la matemática educativa, haciendo de la y el educando el centro de la acción pedagógica, para lograr el fortalecimiento de las competencias académico profesionales de forma integral. En cuanto a los docentes de enseñanza de la matemática, deben dejar de ver el fracaso estudiantil en este espacio pedagógico como algo normal. Es necesario formar profesionales con capacidad de reflexión crítica y autocrítica sobre la práctica educativa, considerando la diversidad y los distintos niveles de aprendizaje logrados como consecuencia de la facilitación que desarrolla el docente. |