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Paper - La crisis económica de la Unión Europea: ¿Complejo de Saturno o Síndrome de Estocolmo? Parte I - Europa y sus propios problemas![]() “Nos pasa que no sabemos lo que nos pasa”, escribió José Ortega y Gasset, autor de “España invertebrada” y “La rebelión de las masas”. (“España es el problema, Europa la solución” exclamó Ortega)… Pero resulta que Europa (la solución ortegiana) está zarandeada, pobre y débil (por encima de todo, muy débil). De España, ya ni hablemos. Así y todo… hay que desprenderse de la sugestión que provoca al suicida el vértigo del abismo. A veces -y tenemos algunos antecedentes en la historia europea- nos hemos entregado colectivamente al vacío. Y para protegernos debemos estar unidos: ser solidarios en el esfuerzo de ganar un futuro que teníamos al alcance de la mano y que se nos ha ido de las manos. Complejo de Saturno Saturno fue un antiquísimo dios itálico el cual fue identificado con Crono. El complejo de Saturno es desarrollado por los hombres para disminuir la competencia. Ha sido elaborado a partir de una leyenda mitológica, la cual habla de Saturno, referido a Crono, y de cómo apareció este complejo. Saturno, una vez dueño del universo, se casó con su propia hermana, Rea, y Urano y Gea, depositarios de la sabiduría y del conocimiento del porvenir, le habían predicho que sería destronado por uno de sus hijos, motivo por el cual, los iba devorando a medida que nacían y devoró de esta manera a Hestia, Deméter, Hera, Plutón (Hades), y Posidón. Rea, irritada por verse privada de todos sus hijos, que llevaba a Zeus en su seno, huyó a Creta, donde dio a luz en secreto. Después envolvió una piedra en pañales y se la entregó a Saturno, quién se la tragó sin sospechar el engaño. Cuando Zeus creció, con la ayuda de Metis, una de las hijas de Océano, o de la misma Gea, hizo absorber a Saturno una droga que lo forzó a devolver todos los hijos que había devorado, los cuales, acaudillados por Zeus, su hermano menor y hijo, le declararon la guerra a éste que contaba con la alianza de los Titanes, hermanos suyos. La guerra duró diez años y un oráculo de la Tierra prometió al fin la victoria a Zeus, si se aliaba con los seres anteriormente precipitados por Saturno al Tártaro, a los cuales liberó Zeus y obtuvo la victoria. Síndrome de Estocolmo El 23 de agosto de 1973, en la ciudad sueca de Estocolmo, tuvo lugar un atraco con rehenes. Jan Erik Olsson, un presidiario de permiso entró en el banco Kreditbanken de Norrmalmstorg, en el centro de la ciudad. Al ser alertada la policía, dos oficiales llegaron de forma casi inmediata. El atracador hirió a uno de ellos y mandó al segundo sentarse y cantar. Olsson había tomado cuatro rehenes y exigió tres millones de coronas suecas, un vehículo y dos armas. El gobierno se vio obligado a colaborar y le concedió el llevar allí a Clarck Olofsson, amigo del delincuente. Así comenzaron las negociaciones entre atracador y policía. Ante la sorpresa de todos, una de los rehenes, Kristin Ehnmark, no solo mostraba su miedo a una actuación policial que acabara en tragedia sino que llegó a resistirse a la idea de un posible rescate. Según decía, se sentía segura. Tras seis días de retención y amenazas del secuestrador, de cuyo lado se puso la propia Ehnmark, la policía decidió actuar y cuando comenzaron a gasearles, los delincuentes se rindieron. Nadie resultó herido. Tanto Olsson como Olofsson fueron condenados y sentenciados, aunque más tarde se retiraron los cargos contra Olofsson, que volvería a delinquir. Jan Olsson, en cambio, tras cumplir 10 años de prisión saldría de prisión totalmente rehabilitado y manteniendo una legión de fans. Durante todo el proceso judicial, los secuestrados se mostraron reticentes a testificar contra los que habían sido sus captores y aun hoy manifiestan que se sentían más aterrados por la policía que por los ladrones que les retuvieron durante casi una semana. El criminólogo Nils Bejerot acuñó poco después y a consecuencia de aquel caso, el término Síndrome de Estocolmo para referirse a rehenes que se sienten este tipo de identificación con sus captores. Pero el caso del banco de Estocolmo no es el único que se ha producido. En 1974, Patricia Hearst, nieta del magnate de la comunicación, William Randolph Hearst, fue secuestrada por el Ejército Simbionés de Liberación (SLA). Tras donar la familia seis millones de dólares a la organización terrorista, no se supo más de la joven. Dos meses más tarde fue fotografiada, rifle de asalto en mano, durante un atraco del SLA a un banco. Se había unido a la organización y cambiado su nombre por el de Tania. El propio Bejerot expone que este síndrome es más común en personas que han sido víctimas de algún tipo de abuso, como rehenes, miembros de sectas, niños abusados psíquicamente, víctimas de incesto o prisioneros de guerra o campos de concentración. La cooperación entre el rehén o víctima y el autor se debe en gran parte a que ambos comparten el objetivo común de salir ilesos del incidente. El nulo control sobre la situación por parte del secuestrado le lleva, al parecer, a intentar cumplir los deseos de sus captores que, por otro lado, se presentan como los únicos que pueden evitar una trágica escalada de los hechos. De esta manera, se produce una identificación de la víctima con las motivaciones del autor del delito y un agradecimiento al captor que, en ocasiones, lleva a situaciones extremas. Una mentira que nos acerca a la verdad… (algunos antecedentes, “de propia mano”) Paper - La Unión Europea llama a “revisión” al Euro: “la casa está en llamas”… (Cuando los PIGS bailan el tango: los primeros países subprime) Crónicas desde el “deshuesadero” (un Paper escrito -casi- “de cuerpo presente”, antes del fin -aún incierto- del hecho de la causa y sus daños colaterales) Primera parte (Mayo de 2010) - Introducción (un poco de historia) El drama griego (primeros cinco meses de problemas de la eurozona) - 20 de octubre de 2009. El primer ministro griego, Giorgios Papandreu, informa a Eurostat, la oficina europea de estadísticas, de que el déficit de su país acabará el año en el 12,5% del PIB y no en el 3,7% como se había anunciado en principio. Se descubre que Grecia ha vuelto a mentir sobre sus cuentas públicas a la Unión Europea. - 11 de noviembre de 2009. El entonces comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea, el español Joaquín Almunia, advierte de que los problemas financieros de Grecia pueden acabar por afectar al resto de países de la unión monetaria. “Grecia es una amenaza para toda la zona euro”, afirma. - 8 de diciembre de 2009. Día negro para la Bolsa griega. El índice general de la renta variable helena pierde un 6,04% en una sola jornada. La rentabilidad de la deuda pública se dispara. Los bonos a 10 años griegos suben hasta el 5,34%. - 30 de enero de 2010. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, en una conferencia en Davos (Suiza), afirma: “Grecia no es Finlandia, y España no es Alemania”. Trichet pronuncia estas palabras ante los primeros ministros de Grecia y Letonia y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. - 3 de febrero de 2010. España remite a Bruselas su plan de estabilidad para rebajar el déficit hasta el 3% en 2013. El documento contiene propuestas concretas para reformar el sistema de pensiones que el Gobierno retira en apenas unas horas. Joaquín Almunia compara la situación española con la de Grecia y Portugal. Cunden los problemas de credibilidad sobre las cuentas públicas de estos países y arrecia el ataque especulativo al euro. - 5 de febrero de 2010. Las Bolsas de todo el mundo caen. El temor a que los problemas griegos acaben por afectar al conjunto de la zona euro se extiende. España nota especialmente el problema. El Ibex 35 cae un 5,24%, mucho más que los de los demás países. - 9 de febrero de 2010. Los rumores de que la Unión Europea ante la reunión de líderes el día siguiente prepara un rescate para Grecia impulsa el euro. La moneda única registra su mayor subida frente al dólar en cinco meses. El mismo día, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, y el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, emprenden una gira por las principales plazas financieras para disipar las dudas sobre las cuentas públicas españolas. - 10 de febrero de 2010. “No dejaremos sola a Grecia”, declara contundente la canciller alemana, Angela Merkel. Pero la falta de concreción sobre un plan de rescate para Grecia y el resto de países que lo necesiten desanima a los mercados. - 15 y 16 de febrero de 2010. La Unión Europea extrema el control sobre las cuentas de los Estados miembros para que no vuelvan a darse casos como el griego. En la misma reunión, el Ecofin, los ministros de Economía y Finanzas de la Unión, exige a Grecia más medidas contra el déficit en un mes. De hecho, la UE toma el control efectivo de la economía helena… (la historia continúa). - La tragedia griega (con los nervios de punta) Esta crisis viene a demostrar que África ocupa las dos orillas de Mediterráneo. Pueden llamarles Club Med, PIGS, STUPID o seguir jugando a la “sopa de letras”… A partir de ello, cabe preguntarse: ¿Es Grecia la oveja negra del euro o el flautista de Hamelin de la Unión Monetaria Europea? ¿Realmente la Unión Europea desea enfrentarse con la crisis o sólo aspira a desconcertar al tonto? (que para más inri, es más pícaro que ella). ¿Es la zona euro el “triángulo de las Bermudas”? ¿Salvará el Club Europeo a la sub-sede del Club Med (el club de sol y playa)? ¿Alemania quiere levantar un nuevo muro? A los alemanes del este los llamaban “ossis”, a los del oeste “wessis”; por semejanza (dolorosa): ¿a los europeos del sur, los llamarán “süssis”? (meridional, relativo al sur: südlich). ¿Por qué “no” puede quebrar un banco de la UE y “sí” puede quebrar un país de la UE? Aquellos a los que los dioses desean destruir, primero los vuelven locos… La “tragedia griega” ha puesto al descubierto la “comedia europea”. - Cuentas y cuentos (un insondable agujero negro) Los sucesores de Homero y herederos de los padres de la ética han engañado a Eurostat. La actitud laxa de la Unión Europea les ha permitido “amañar” los exámenes (a vivir que son 2 días…) -y hasta aprobarlos-, pero no les resuelve el “bajón” (se acabó la fiesta). La Comisión Europea ha condenado a Grecia por falsificar datos deliberadamente sobre sus finanzas públicas. El Ejecutivo europeo cree que las cifras del país son tan poco de fiar que su déficit público y su deuda podrían ser incluso mayores de lo que el Gobierno reconoció el pasado mes de octubre. Entonces, el país calculó que su déficit en 2009 sería del 12,5% del PIB, frente al 3,7% publicado en abril. Además, revisó al alza el déficit de 2008 desde el 5 hasta 7,7%… “La falta de seguridad y de certeza que apoyen los datos de déficit” en las dos revisiones llevadas a cabo por el gobierno en abril y octubre, ponen “en cuestión” los mismos. La CE requiere ahora mayor información sobre los datos enviados a la oficina estadística comunitaria (Eurostat) del año 2008 y entre 1997 y 2004, para poder evaluar la deuda y el déficit públicos. Pero las “falsificaciones” siendo graves (e imperdonables) no quedaron ahí (que ya es decir), según recoge el diario The New York Times: “Tácticas empleadas por Wall Street similares a las que fomentaron la crisis de las “subprime” en EEUU contribuyeron a agravar la crisis de Grecia y perjudicaron al euro, dado que permitieron a Gobiernos europeos ocultar su deuda”. (Expansión - 15/2/10) El diario, basándose en entrevistas, informes y documentos a los que ha tenido acceso, afirmó que en el caso de Grecia, Atentas incurrió durante un década con la ayuda de Wall Street en prácticas que le permitieron circunvalar los límites de deuda establecidos por Bruselas. En concreto, una transacción promovida por Goldman Sachs permitió a esa nación mediterránea ocultar miles de millones de euros en deuda de las autoridades supervisoras de Bruselas. Incluso cuando la crisis fiscal de Grecia estaba en su punto álgido y en un punto de no retorno, bancos de Wall Street estaban buscando mecanismos para ayudar a ese país a evitar preguntas incómodas por parte de Bruselas y de los países de la zona euro. De hecho, a principios de noviembre de 2009, tres meses antes de que Atenas se convirtiera en el epicentro de la preocupación global por la mala situación de sus cuentas públicas, un equipo de Goldman Sachs llegó a la capital griega con una propuesta “muy moderna” bajo el brazo para Gobiernos con dificultades para afrontar sus gastos, según dos personas que fueron informadas del encuentro, revela el New York Times. Los banqueros, liderados por el presidente de Goldman, Gary Cohn, ofrecieron a Grecia un producto financiero que permitiría a ese país redistribuir parte de la deuda de su sistema sanitario para que tuviera que hacer frente a ella mucho más adelante. El New York Times compara este método al que aplican ciudadanos con problemas económicos cuando hipotecan sus casas para poder pagar las facturas de sus tarjetas de crédito. La táctica ofrecida por Goldman ya había funcionado en 2001, poco después de que Grecia fuera aceptada en la zona euro. Entonces, esta firma diseñó una estrategia mediante la cual Atenas pudo tomar prestado miles de millones de euros sin superar los límites fijados por Bruselas, señala el periódico neoyorquino. La transacción, que no salió a la luz pública porque fue calificada como una intermediación de divisas y no como un préstamo, permitió a Grecia cumplir las normas de Bruselas mientras seguía gastando más de lo que tenía, afirma el New York Times. Instrumentos desarrollados por Goldman, JPMorgan Chase y otros bancos permitieron a Gobiernos europeos ocultar los préstamos adicionales que hacían, como ocurrió en Grecia e Italia y probablemente en otros países, según el New York Times. Paradójicamente, las complejas innovaciones financieras que se les ofrece a Grecia, se consideran la raíz de la gran crisis financiera que ahora se manifiesta en ataques contra la deuda soberana griega. Es más, estos ataques se realizan desde hedge funds que, en algunos casos, pertenecen a divisiones de los mismos bancos. Goldman Sachs Asset Management es uno de los hedge funds más grandes del mundo. No sería exagerado plantear que Goldman y otros bancos se han convertido en los bomberos pirómanos de esta crisis de deuda en la zona euro. Tarde y mal (como siempre) “la Comisión Europea investigará a los bancos que trabajaron con el gobierno griego para determinar si actuaron éticamente al asesorarlo en el uso de complejos canjes de divisas, informó el Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn”... (The Wall Street Journal - 16/2/10) “Si se confirma que algunos bancos de inversión se han visto involucrados en este tipo de ejercicios tendremos que ver si hacemos algo al respecto”, dijo Rehn al anunciar el inicio de la investigación. Rehn dijo que no hay señales de que otros países de la Unión Europea hayan usado estas técnicas, pero la comisión sigue analizando el tema. Los burócratas europeos no se enteran y además tampoco leen (o probablemente lo sepan y solamente intentan engañarnos, como casi siempre). Desde su reducto de Luxemburgo, la agencia estadística de la UE sienta cátedra casi a diario con la publicación de datos sobre los Veintisiete y la zona euro. Pero lo cierto es que la mayoría no son suyos, sino de los estados miembros, que controlan las grandes cuentas. Cuando el Gobierno griego decía el año pasado que su déficit era del 3,7% (en lugar de nueve puntos por encima), los expertos de Eurostat podían desconfiar, pero no tenían métodos directos para verificar los números. Por eso, una de las primeras decisiones de la nueva Comisión Barroso ha sido proponer que la oficina tenga poderes para auditar las cuentas de un Estado cuando existan sospechas de irregularidades. Las misiones sorpresa de expertos comunitarios (es de esperar) darán más seguridad a cifras que, hasta ahora, dependen, en buena parte, de la honestidad de los gobiernos europeos, aunque Eurostat también haga encuestas y estudios de los números recibidos. Esconder 3.000 millones El 8 de noviembre, Lloyd Blankfein, el actual presidente y consejero delegado de Goldman, declaraba al Times de Londres que “yo hago el trabajo de Dios”. La tarea de Dios de Goldman en Grecia consistió en esconder 3.000 millones de euros, de modo que ese país pudiera cumplir con los objetivos de déficit para entrar en el euro en 2001. El mecanismo se basaba en que Atenas se endeudara en moneda extranjera. El sistema funciona si los tipos de interés en esa divisa son más bajos que en la moneda nacional. Pero, si la moneda nacional se deprecia, esa deuda se dispara. Para evitarlo, están los currency swaps e interest-rate swaps. Con esos instrumentos financieros, un país o una empresa se endeudan en una divisa extranjera, pero pagan la deuda (con intereses) en moneda nacional. O sea, “convierten deuda externa en deuda interna”, como explicaba esta semana Nicholas Dunbar, el periodista que destapó la trampa griega nada menos que en un artículo publicado en la revista Risk 2003 y recibió a cambio un silencio ostentoso y el sarcasmo de Goldman Sachs y de Atenas. Así pues, Goldman prestaba a Grecia en dólares y este país le pagaba en euros y le daba una generosa comisión de 330 millones de euros. Pero el sistema tiene un truco: las dos partes pueden determinar un tipo de cambio diferente para la transacción del vigente en el mercado. Y, en este caso, Grecia pactó con Goldman Sachs inflar el valor del euro. Así, la deuda que Grecia estaba contrayendo era, nominalmente, mucho menor. No sólo eso: desde el punto de vista contable, era una operación de divisas. Pero, en la práctica, Goldman le estaba dando un crédito a Grecia, por valor de la diferencia entre el valor real del tipo de cambio entre el dólar y el euro y el ficticio pagado en la transacción. Para pagarlo, el Gobierno de Atenas usó la recaudación de su sistema nacional de lotería y de las tasas de los aeropuertos. Así, el truco le costó a Atenas otros 500 millones de euros. Era el precio que tenía que pagar por lo que en la práctica era un crédito a 20 años. Otro “amigo de los amigos”, también tarde y mal (a sabiendas), se pone las “puñetas”: “La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha abierto una investigación para esclarecer si Goldman Sachs y Grecia pactaron acuerdos relacionados con los credit default swaps (CDS). El presidente del banco central, Ben Bernanke, ha asegurado que el organismo investiga tanto a la entidad estadounidense como al gobierno heleno y ha afirmado que la SEC (el regulador monetario de EEUU) también está recopilando información sobre las emisiones de deuda emitidas por Grecia. Por segundo día consecutivo Bernanke ha comparecido ante el Congreso de EEUU y en su cita de hoy el presidente de la Fed ha asegurado que “estamos investigando una serie de cuestiones relacionadas con los acuerdos sobre productos derivados alcanzados entre Goldman Sachs y Grecia”… (Expansión - 25/2/10) De este modo, tanto la SEC como el banco central estadounidense siguen los pasos de la Unión Europea, que a mediados de febrero exigió al Gobierno griego los detalles de cómo había utilizado los swaps de divisas y otros instrumentos financieros para reducir su déficit presupuestario. En este sentido, Bernanke investiga la posibilidad de que algunos especuladores hubieran estado operando con CDS para hacer dinero apostando por la posible quiebra de Grecia. Según publica en su edición del 25/2 el rotativo estadounidense The New York Times, el banquero estadounidense ha centrado sus investigaciones en el supuesto préstamo millonario que Goldman hizo al Gobierno heleno en 2001 y que se llevó a cabo como si se tratara de una operación de divisas. |