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Adicción a Internet Introducción Internet puede definirse como una red de redes de ordenadores que comparten datos y recursos. Existe una conexión de redes a nivel mundial que permite a los ordenadores (y a las personas) comunicarse entre sí en cualquier parte del mundo. Esto nos permite tener acceso a información y personas que de otra forma no sería posible. Se utilizan con mayor frecuencia en las actividades laborales, en los procesos de enseñanza-aprendizaje, como método preferente de comunicación e incluso como nuevas formas de entretenimiento. La adicción a Internet forma parte de las llamadas “nuevas adicciones sin droga” o adicciones comportamentales. Si bien no es una patología aceptada oficialmente por los organismos sanitarios. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que una de cada cuatro personas sufre trastornos de conducta vinculados con las nuevas tecnologías. Desarrollo Existen diversos tipos de adicciones comportamentales relacionadas directamente con la necesidad obsesiva de estar conectados a internet. La adicción a las pantallas incluye también los videojuegos, el teléfono móvil e internet en sus diversas modalidades (juegos en línea, cibersexo y redes sociales). John Suler señala la existencia de dos modelos básicos de la hipotética adicción a Internet.
En oposición a ellos, los sujetos del primer grupo evitan el "caos" interpersonal que puede generar cualquier canal de chat. Para ellos la necesidad de control y la predictibilidad son elementos esenciales. Cuando el uso de Internet interfiera de un modo significativo las actividades habituales es cuando algunos expertos afirman que podrá ser considerado patológico. Sin embargo la interferencia sobre los hábitos de vida no es un criterio estable ya que varía tremendamente de unos sujetos a otros, variando en función de las disponibilidades de tiempo, dinero y de numerosas circunstancias tanto personales como familiares. Algunos psicólogos norteamericanos consideran que las nuevas tecnologías son, por sí mismas, adictivas, ya que los patrones de comportamiento son similares a los del juego patológico o la bulimia. El patrón típico de un adicto a internet es el siguiente: personas jóvenes, que viven en zonas urbanas, con conocimientos en manejo de computadoras, de profesión liberal y de clase media o media-alta. Consejos y recomendaciones Los últimos estudios sobre el uso que los niños y adolescentes hacen de Internet ha despertado cierta preocupación entre los pediatras, hasta el punto que su asociación nacional ha emitido recientemente una serie de consejos o recomendaciones sobre la manera en que los adultos pueden controlar la navegación en la red de los más pequeños y que a continuación reproducimos:
Parece lógico pensar que un uso racional y moderado de estas nuevas tecnologías podría evitar la aparición de estas adicciones. El problema surge cuando lo que debería ser un medio o un instrumento (Internet, teléfono móvil) se transforma en objetivo en sí mismo. El abuso que de estas tecnologías hacen algunas personas, como sucedáneas de otras actividades, genera mecanismos de dependencia e incluso síndrome de abstinencia, parecidos a los que producen las sustancias psicoactivas. Conclusión Estar permanentemente expuesto a un exceso de conexión afecta la salud física (posturas, visión, artritis) y psíquica (obsesividad, ansiedad, abstinencia). Se da la curiosa circunstancia de que existen muchas páginas web para su detección, prevención y tratamiento. Sin embargo, en la asistencia sanitaria común es difícil detectarlo, ya que las personas afectadas no suelen aceptar su problema, y menos aún sentirse enfermas y los familiares que se percatan no saben qué hacer, por lo tanto es importante tomar en cuenta el uso adecuado de internet Estas conductas no sólo afectan las relaciones personales sino que, además, perjudican el rendimiento general, con severa dificultad en la concentración en las tareas concretas y reales. Las actividades cotidianas se ven afectadas o interrumpidas por las alertas de mensajes de textos, mails o avisos de redes sociales. Hay compulsión por leer correos y angustia o ansiedad frente a la posibilidad de perder un mensaje “importante”. Se crea el hábito de hacer varias cosas al mismo tiempo y disminuye la capacidad de disfrute, la productividad y la eficiencia. En los casos de verdaderas adicciones a Internet u otras nuevas tecnologías podrá ser necesaria la intervención del equipo de salud mental (psicólogo, psiquiatra) especializado en estos trastornos. BibliografíaEcheburúa, E. (1999). ¿Adicciones sin drogas?. Las nuevas adicciones: juego, sexo, comida, compras, trabajo, internet. Bilbao: Desclee de Brower. Echeburúa, E., Amor, P. Y Cenea, R. (1998). Adicción a Internet: ¿una nueva adicción psicológica?. Monografías de psiquiatría, 2, 38-44. http://www.oocities.org/HotSprings/6416/ciberadiccion.htm CentroIMA · Centro de Investigaciones Médicas en Ansiedad http://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/trastornos-mentales/adicciones/adiccion-internet-y-las-tecnologias-11238 |