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o ninguna vida privada) y que algunos de sus derechos cívicos elementale s habrían de ser suspendido s durante el encarcela miento, con excepción de los malos tratos físicos. No se les dio más informació n acerca de lo que. les esperaba ni instruccion es para el comporta miento propio de un preso. Los designados para este papel fueron informado s por teléfono de que debían estar disponible s en su residencia habitual un domingo dado cuando se iniciara el experiment o, Los sujetos designados para hacer de guardianes asistieron a una reunión con el "alcaide" (ayudante de investigaci ón todavía no graduado) y el "inspector " de la prisión (el principal investigad or). Se les dijo que su tarea consistía en "mantener en la prisión el grado de orden razonable para su buen funcionam iento". - ' ' n Conviene mencionar lo que los autores entendían por "prisión . emplean la palabra en su sentido genérico, como lugar de internarnie n0 para delincuent es, sino en un sentido específico que representa ba condicione s reales de ciertas prisiones norteameri canas. Nuestra intención no era crear un simulacro literal de una Pn norteameri cana sino más bien una representa ción funcional de una de Por razones éticas, morales y pragmática s no podíamos detener a nue sujetos por períodos grandes o indefinidos de tiempo, no podíamos , .\ la amenaza ni prometer severos castigos físicos, no podíamos perrní florecimie nto de prácticas homosexu ales o racistas, ni podamos gs otros aspectos específicos de la vda en prisión. No ostante, creí poder crear una situación con suficiente realismo humano para q j, participaci ón en el desempeño del papel fuera más allá de las exig Jft MBIENT ALISTAS Y CONDUC TISTAS superficial es e su función y penetrara en la estn, 69 personaje s que representa ban. Para ello estabe a Profu de los ales de la actividades y experienci as dTd; equivalent funcio esperabar nos produjeran reacciones pscológica s cuajarcelar ia rea]' tes en nuestros sujetos sensacón de poder yd in mente nopresion de satisfacció n y frustraon, de ancla' de áom y la autoridad, de jerarquía y anonimato de ma arblírario resistencia a ' yemascula cion. Como verá el lector por a descripció n de Jn rr' prisión, queda muy por debajo de la verd T Pados en la experiment o, sólo vagamente insinuado en ),rato P0 e" el métodos empleados en realidad fueron de ha ? as palabras Los wes, y tematcas, no sólo debido ai comoo clon y dacion mblen por las reglas de la PPOO Con el empleo de la palabra "nr - " .prisiones de los Estados Unidos por 'onse (ia a etender que todas las otro país- son de este tipo. Así seo IT,0 de hecho cualr algunas prisiones federales d s a el hecho de qe hav otr< q s P,:,:;:;:;0' se le! - 0 " ,""" S ?d e pa to °. ss "(tm).. '<".eTOS O. I" "ttó fondo de tr os) v s i i . , ' o "ecencia ant lc s' H 1' ndaron los na de detpnriA eta de identifí S:; '' ; :: ; , o. una celda y e le andoe'cTl Z sos 70 INSTINTI VISMO, CONDUC TISMO Y PSICOAN ÁLl Habiendo sido ejecutadas las "detencion es" por policías verdaderos (n preguntam os hasta qué punto era legal su participaci ón en aqi° procedimie nto), para los sujetos las acusacione s eran reales, sobre tori dado que los oficiales no respondier on a sus preguntas acerca de a posihi0 relación entre el arresto y el experiment o. ¿Qué podían pensar e sujetos? ¿Cómo podían saber que el "arresto" no era tal, y que la polic' se había prestado a aquellas acusacione s falsas y al empleo de la fuer? para dar más color al experiment o, sencillame nte El uniforme de los presos era peculiar. Se componía de una bata corta rip mujer, de percalina, vagamente ajustada, con un numero de identificaci ón delante y detrás. Debajo de aquella prenda no llevaban nada. En un tobillo se les puso una cadena ligera con su cerradura. En los pies llevaban sandalias de hule y se cubrían el cabello con una media de nylon transforma da en gorro . . . los uniformes estaban destinados no sólo a desindivid ualizar a los presos sino a humillarlo s y hacer de símbolos de su dependenc ia y subordinac ión. La cadena del tobillo era un recordatori o constante (incluso durante el sueño, cuando tocaba el otro tobillo) de lo opresivo del medio. El gorro de media suprimía toda distinción basada en la longitud, el color o el corte del cabello (como las cabezas rapadas en algunas prisiones reales y en el ejército). Los uniformes, mal trazados, hacían torpes los movimient os, y como los llevaban sin ropa interior, les obligaban a tomar posturas poco familiares, más parecidas a las de las mujeres: otra parte del proceso emasculad or que era convertirse en preso. ¿Cuáles fueron las reacciones de los presos y los guardianes a esta situación en los seis días que duró el experiment o? La prueba más impresiona nte del impacto que esta situación causó en los participant es se vio en las fuertes reacciones de cinco presos que hubieron de ser puestos en libertad por depresión emocional extrema, llanto, rabia y ansiedad aguda. La pauta de los síntomas fue muy semejante en cuatro de los sujetos, y empezó ya en el segundo día de encarcela miento- El quinto sujeto fue liberado después de ser tratado por una erupción psicosorna tica que le cubrió algunas porciones del cuerpo. De los demás presos, sólo dos dijeron no estar dispuestos a perder el derecho al dinero que habían ganado a cambio de su "palabra". Cuando terminó el experiment o prematura mente al cabo de sólo seis días, todos los demás presos que quedaban estaban encantados de su inesperada buena suerte . . . Mientras la reacción de los presos es bastante uniforme y sólo ole rente en grado, la reacción de los guardianes ofrece un cuadro ma complejo: En cambio, la mayoría de los guardianes parecieron entristecer se P° decsión de suspender el experiment o y nos parecieron tan metidos en ,f"' ! IENTALIS TAS Y CONDÜC TISTAS 71 ahora saboreaban el poder y la autoridad tan grandes que habían papel que qg e nla gana renunciaba n. hen los autores la actitud de los "guardiane s": de los guardianes dejó de acudir a su hora al trabajo e incluso en Ningún jQes trabajaron más tiempo del convenido sin pedir horas Ttas ni plantear ninguna queja. i c extremada s reacciones patológica s que se manifestar on en ambos g sujetos dan fe del poder de las fuerzas sociales operantes, pero ru llí había diferencias individuale s, que se manifestab an en el modo de au (ucirse con la nueva experienci a y en el mayor o menor éxito de su 0 ación a ella. La mitad de los presos aguantaron la opresiva atmósfera a no todos los guardianes recurrieron a la hostilidad. Algunos guardianes f pron rudos pero justos ("respetab an las reglas"), otros se excedieron mucho de su papel y se entregaron a la crueldad y el hostigamie nto novadores, mientras que unos cuantos eran pasivos y raramente ejercieron poder coercitivo de ningún tipo sobre los presos. Es una lástima que no se nos proporcion e más informació n exacta que "algunos", "unos cuantos", "otros", etc. Parece ésta una innecesaria falta de precisión cuando hubiera sido muy fácil citar números exactos. Todo ello es tanto más sorprenden te por cuanto en la comunicac ión anterior de TransAction se hicieron algunas declaracio nes algo más concretas y sustancial mente diferentes. El porciento de guardianes activament e sádicos, "muy dotados de inventiva en sus procedimie ntos para quebrantar el espíritu de los presos" se calcula haber sido allí de un tercio aproximad amente. El resto se dividía entre las otras dos categorías; (1) "rudos pero justos" o bien (2) "buenos guardianes desde el punto de vista de los presos, ya que hacían pequeños favores y eran amistosos" . Este es un modo muy diferente de presentar a los que "eran pasivos y raramente instigaron poder coercitivo" , como dice el segundo informe. estas descripcio nes indican cierta ausencia de precisión en la formulalon de los datos, cosa tanto más lamentable por cuanto se presenta en ación con la tesis principal del experiment o. Los autores creen que "estra cómo la situación por sí sola puede transforma r en unos días a dn as s n individuos abyectos y sumisos o en sádicos despiadaco n't 'ml me Parece úe si algo prueba el experiment o es más bien lo seon0" A Psar de todo el ambiente de este simulaco de prisión que (evide e P0 el experiment o estaba destinado a degradar y humillar enta emente' los guardianes deben haber caído rápidament e en la Por eut e os s de los guardianes no cometieron actos sádicos Puede t Persona i experiment o más bien parece demostrar que uno no ándolp an rmar n fácilmente a las personas en seres sádicos proporcios la tuacion apropiada. 71 72 INSTINTI VISMO, CONDLCT1SMO Y PSICOAN Al En este contexto importa mucho la diferencia entre comporta m y carácter. na cosa es comportar se de acuerdo con las normas sádi nto oirá querer que !a gente sea cruel y goce siéndolo. El no haber establp s esta diferencia priva al experiment o de buena parte de su valor c también afea el de Milgram. 0 Esta distinción es también de importanci a para el otro lado de la tp a saber: que la sene de pruebas había demostrad o que no haba predisn s' ción al comporta miento sádico o masoquista entre los sujetos, o sea que l ' pruebas no señaaron rasgos de carácter sádicos ni masoquista s. En cuant a los psicólogos para quienes el dato principal es el comporta miem manifiesto, esta conclusión podría ser perfectame nte correcta para ello No obstante, no es muy convincent e sobre la base de la experienc psicoanah' tica. Eos rasgos de carácter suelen ser enterament e inconscien tes y además, no pueden descubrirs e por medio de tests psicológic os conven cionales; en cuanto a los tests proyectivo s, como el TAT o el de Rorschach sólo los investigad ores con bastante experienci a en el estudio de los proce. sos inconscien tes descubrirá n mucho material inconscien te. 6 Eos datos referentes a los "guardiane s" son cuestionab les también por otra razón. Estos sujetos fueron selecciona dos precisame nte por representar individuos más o menos corrientes y normales, y se vio que no tenían tendencias sádicas. Este resultado contradice las pruebas empíricas que muestran que el porcentaje de sádicos inconscien tes en una población promedio no es de cero. Algunos estudios (E. Eromm, 193(i;E. Erommy M. Maccoby, lO) lo han deostrado, y un observador diestro puede descubrirlo sin necesidad de cuestionari os ni tests. Pero cualquiera quesea el porcentae de caracteres sádicos en una población normal, la ausencia tota de esta categoría no dice mucho en favor de la propiedad de los tests empleados en relación con este problema. Algunos de ¡os enigmático s resultados del experiment o se explican probabeme nte por otro factor. Eos autores declaran que ios sujetos no lograban distinguir bien entre la realidad y el papel que desempeña ban y suponen que esto era consecuen cia de la situación; es así ciertament e, pero los experiment adores integraron este resltado en el experiment o En primer lugar os "presos" estaban confundid os por diversas circunstan cias. Eas condicione s que se les pusieron y que aceptaron por contrato eran drásticame nte diferentes de las que hallaron en realidad. No podían haber supuesto que se hallarían en una atmósfera tan degradante y hmillante' Más importante en la creación de confusión es la cooperació n de la Pone' ' Como es sumament e insólito que las autoridade s policiacas se presten semejantes juegos experiment ales, era muy difícil que los prsos npri1 a diferencia entre reaidad y desempeño de un papl l-.l inor demuestra cómo ni siquiera sabían que su detención tuviera algo que , con e experiment o y los oficiaes se negaron a contesar sus pregunt respcto No huier confundid o esto a cualquier prsona cornu ,ENTALI STAS Y CONDUC TISTAS 73 t v la hubiera hecho entrar en el experiment o con ina sensción de coiin . haber caído en una trampa y de estar perdida'.' Ve r ¿ r aué no se fueron inmediata mente o al cabo de uno o dos días'.' g o nos dicen claramente las condicione s que se les pusieron a cns" para que los soltaran de la prisión simulada. Al menos yo no los l nuna mención de que se les hiciera saber que podían renunciar si t ncia allí les resultaba intolerable . De hecho, algunos intentaron su rse V los guardianes se lo impidieron por a fuerza. Según parece, se es A'n la impresión de que sólo el tribunal de libertad bao palabra podía les el permiso de irse. Pero dicen los autores: n de los incidentes más notables del estudio se presentó durante una cin del tribunal de libertad bajo palabra en que a cada uno de cinco nrsos con derecho a pedirla le preguntó ei autor de más edad si estaría isuesto a renunciar al dinero que había ganado estando preso si se le deaba libre bajo palabra (excluido del estudio). Tres de los cinco presos dieron que sí, que estaban dispuestos a hacerlo. Nótese que e incentivo oriinal para la participaci ón en el estudio había sido la promesa de dinero y que al |
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